viernes, 12 de abril de 2013

México: Exigen al gobierno rechazar solicitudes para sembrar maíz transgénico

- Firmantes piden a Peña Nieto que no venda el alma de México.

Cerca de 50 mil firmas de ciudadanos y asociaciones viene reuniendo la organización internacional de campañas Avaaz para exigir al presidente Enrique Peña Nieto rechazar las solicitudes de empresas trasnacionales que pretenden sembrar 2’400,000 hectáreas de maíz transgénico en el país cua del maíz: México.

Las empresas Monsanto, DuPont y Dow solicitaron al gobierno plantar dicho maíz en los estados de Tamaulipas y Sinaloa, al noreste y noroeste de México, respectivamente.

Más de la mitad de la solicitud corresponde a la variedad de maíz Mon603, el mismo al que se le responsabiliza de haber causado tumores según un reciente estudio científico efectuado en Francia.

Los firmantes argumentan que los mexicanos consumen en su dieta diaria mucho más maíz que cualquier otro pueblo del mundo, y, por ende, este problema convertirá a la población mexicana en un enorme grupo de conejillos de Indias bajo alto riesgo.

José Rodríguez Macías, antropólogo y coordinador de Greenpeace indicó que el maíz alterado genéticamente ocasiona problemas de salud y ambientales.

Al sembrar transgénicos se incrementa el riesgo de contagiar al maíz natural a través del polen que trasladan insectos como las abejas, entre otras especies.

Estamos hablando de afectar a un maíz originario que ha sido seleccionado y adaptado a los ecosistemas mexicanos durante miles de años por los campesinos y campesinas.

Además del daño de contaminación los agricultores mexicanos podrían hacerse responsables de infracción por el uso de patentes, como consecuencia de que sus campos se contaminen con transgénicos, elaborados con tecnología transgénica.

Silvia Ribeiro, directora para América Latina del Grupo ETC, declaró que sería una injusticia monumental para los creadores del maíz que les obligaran a pagar regalías a corporaciones trasnacionales que son explotadoras de ese conocimiento ancestral.

Los firmantes piden a Peña Nieto que no venda el alma de México a las corporaciones, que no piensan en los intereses ni el bienestar de la población. Así mismo le demandan que proteja el honor y el trabajo milenario de los hombres y mujeres de su país para conservar el legado del maíz.

El portal de campañas Avaaz espera llegar pronto a las 50 mil firmas para rechazar el maíz transgénico ahora y en el futuro. Ver: https://secure.avaaz.org/es/petition/Stop_Monsanto_in_Mexico/?bfezxdb&v=20286

Denuncias:

Cabe precisar que el 10 de abril de 2013 el coordinador de Greenpeace en Guanajuato junto con su equipo de colaboradores, pusieron una queja y denuncia por la introducción de maíz transgénico en México dirigida al presidente de México Enrique Peña Nieto y la Cámara de Diputados.

Según datos de Greenpeace en setiembre de 2012 la empresa transnacional Monsanto solicitó permiso para sembrar maíz transgénico a escala comercial en el total de la tierra cultivable de Sinaloa que son 700 mil hectáreas para generar maíz blanco para la elaboración de tortillas.

En Tamaulipas las empresas Pioneer y Dow Agrosciences solicitaron permisos para la siembra comercial de 351 mil 284 hectáreas y 40 mil hectáreas respectivamente

El coordinador de Greenpaace declaró que “Parece de ciencia ficción que estamos viviendo en estas situaciones y pedimos la prohibición cautelaría del ingreso de estos granos de maíz transgénico a México, además de decir no a la siembra del producto transgénico”.
 

Mentiras y verdades sobre el maíz transgénico

Mito: Es seguro para el medio ambiente.

Realidad: Gran parte del maíz transgénico es del tipo Bt que fue manipulado para producir un insecticida que ataca al gusano barrenador europeo, pero también perjudica a otros insectos que ayudan a controlar plagas, entre ellos la mariposa monarca. Esta toxina se acumula en los suelos de cultivo y por lo mismo podría afectar su fertilidad a largo plazo.

Mito: Es seguro para la alimentación humana.

Realidad: La industria biotecnológica se ha negado a hacer pública la información vital que demuestra los problemas para la salud humana por el consumo de alimentos transgénicos. Científicos han revelado que Monsanto omitió reportar efectos negativos serios, como los signos de toxicidad en los órganos internos de las ratas.

Mito: Se necesita para combatir al cambio climático.

Realidad: Estudios independientes confirman que el etanol de maíz es no sustentable como método de bioenergía. El uso de maíz para este uso eleva los precios de los alimentos y amenaza la seguridad alimentaria. La reducción de CO2 es mínima debido a la energía que se usa para fabricarlo.

Mito: Brinda beneficios económicos

Realidad: Por el contrario, compañías como Monsanto ofrecen préstamos a campesinos pobres para que compren sus caras semillas transgénicas. Al final los campesinos terminan con deudas y se ven forzados a adquirir más préstamos. Ya sea por comprar semillas o por contaminación “accidental” cientos de productores estadounidenses se han visto forzados a pagar millones de dólares. Y dado que las semillas transgénica no tienen los altos rendimientos que prometían, lo único que hacen es enganchar a los productores a paquetes tecnológicos más caros y dañinos para la biodiversidad.

Mito: Ayudará a reducir el hambre 

Realidad: El hambre es un problema de distribución y de falta de recursos. Son demasiadas las personas que no pueden tener acceso a los alimentos básicos, no porque haya escasez de éstos, sino porque no tienen suficientes ingresos para ello. Las semillas transgénicas no están diseñadas para resolver el hambre del mundo sino para producir ganancias para las corporaciones.

Mito: Es posible la coexistencia entre cultivos transgénicos y convencionales

Realidad: Los cultivos transgénicos contaminan los cultivos convencionales, los orgánicos, los alimentos y la miel. Cuando se cultivan fuera del laboratorio es imposible parar el curso normal de la naturaleza: de los insectos, de la polinización o las corrientes de aire. Por ello la contaminación se expande de manera natural e inevitable. Si el maíz transgénico contamina las plantas nativas de maíz, estamos en peligro de perder estas plantas madre que son el origen de todas las variedades de este grano, lo que sería un desastre mayúsculo.

Mito: Es imposible detener la tecnología transgénica

Realidad: Hasta ahora la mayoría de los transgénicos se cultivan sólo en cuatro países: Estados Unidos, Argentina, Canadá y Brasil. Otros países se han opuesto a su cultivo. A más de una década de sus inicios, la industria biotecnológica no ha logrado imponerse, debido a todos los riesgos ambientales, económicos y de salud que conlleva y a que no resuelve ningún problema del campo. En México, a pesar de que en 2009 se aprobaron las siembras experimentales de maíz transgénico, el rechazo a esta tecnología entre campesinos, consumidores y científicos independientes es creciente.


Referencias:


Fuente: SERVINDI

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