La publicación puede ser descargada libremente desde la internet.
¿Cómo lograr que los derechos territoriales de los pueblos indígenas u originarios reconocidos en el derecho internacional puedan ser realmente implementados y respetados? Esta es una de las cuestiones que se plantea el libro: Territorios Indígenas. Entre los reconocimientos de papel y la garantía de un derecho, de Mikel Berraondo.
De reciente aparición el volúmen ha sido editado en el marco del Programa para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas (PIDPI), que desde hace años impulsan el Instituto Promoción de Estudios Sociales (IPES – ELKARTEA) y el Grupo Intercultural Almáciga; con la participación del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS).
El libro destaca cómo el derecho a las tierras y territorios de los pueblos indígenas estuvo negado por algunos Estados durante mucho tiempo hasta que la Corte Interamericana lo afianzó con su jurisprudencia.
A partir de la jurisprudencia de la Corte IDH no se niega la existencia de esos derechos pero “tampoco ha contribuido como cabía esperar (…) en la disminución de los conflictos que sufren los pueblos indígenas” en el ejercicio de sus derechos territoriales.
Berraondo plantea la difícil situación de cómo realizar nuevos esfuerzos “para lograr que todo este reconocimiento generado en diversos ámbitos, se traduzca realmente en procesos de implementación de derechos” en un contexto en que la presión sobre los territorios no disminuye, sino que se incrementa.
Mikel observa que la región de América proporciona elementos diversos “que permiten aventurar, a modo de banco de pruebas, el futuro que puede deparar el desarrollo de los derechos de los pueblos indígenas en la cotidianidad del ejercicio diario de los derechos”.
La fuerte presencia pueblos indígenas, el sistema regional de protección de derechos humanos y su jurisprudencia, la labor de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos son algunos de los elementos que han configurado avances que parece “haber tocado techo”.
El libro busca desenmarañar el reconocimiento internacional en torno a los derechos territoriales, aportar una propuesta de contenidos desde este marco y despejar cualquier duda sobre cómo se tienen que reconocer los derechos sobre las tierras, territorios y recursos para mantener coherencia con dichos ámbitos internacionales.
Además analiza la labor desarrollada por la Corte IDH a través de las seis sentencias más importantes en las que la Corte Interamericana establece una doctrina jurídica primordial para garantizar el reconocimiento y la vigencia de los derechos territoriales de estos pueblos.
En una primera parte analiza el concepto “territorio indígena” desde la óptica de los derechos humanos; y en la segunda parte, analiza la evolución de los derechos territoriales en el contexto de la jurisprudencia de la Corte Interamericana.
El Programa para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas (PIDPI) que patrocina la publicación pretende contribuir a reducir la brecha de implementación de los derechos de los pueblos indígenas a través de procesos de fortalecimiento, asesoría y acompañamiento a organizaciones inmersas en procesos de reivindicación y ejercicio de sus derechos humanos.
Gracias a él ha sido posible que representantes indígenas accedan a mecanismos internacionales de protección de derechos humanos; se asesore y acompañe procesos de defensa y se fortalezcan organizaciones indígenas.
Sobre el autor
Mikel Berraondo López (Pamplona, 1973) es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, Master en Derechos Humanos y Procesos de Democratización por la Universidad de Padua (Italia) y Diplomado en Derecho Internacional Criminal por la Universidad de Turku (Finlandia).
Es expecialista en derechos humanos, derecho medioambiental, justicia internacional, sistemas democráticos y derechos de los pueblos indígenas. Coordina el Aula de Derechos Humanos de la asociación IPES.
Asimismo, colabora con otras organizaciones internacionales privadas y otras públicas como la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) o la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Fuente: SERVINDI
0 comentarios:
Publicar un comentario