jueves, 27 de junio de 2013

Inversión en minería será más de US$ 22.580 millones hasta el 2016


A tajo abierto. Así realizan las labores de explotación de los recursos naturales en Antamina, un complejo minero polimetálico que produce concentrados de cobre en la región Áncash.
Por Luis Felipe Gamarra.

Desde las primeras crónicas del siglo XV –narradas por los españoles Gonzalo Fernández de Oviedo, Francisco López de Gomara, José de Acosta y Porres, Pedro Sánchez de La Hoz y Marcos Jiménez de La Espada–, hasta el último reporte del Departamento de Estudios Geológicos de Estados Unidos (U.S. Geological Survey) de 2012, está claro que el Perú, donde yace una de las reservas más importantes de metales en el mundo, posee la capacidad para convertirse en una potencia global en minería. Además de ser el sexto país más atractivo para las empresas exploradoras, conocidas en el sector como ‘juniors’, cuya inversión alcanzó el 2012 los US$ 1.025 millones, el Perú ocupa el octavo lugar en el ranking global en inversión minera, que al final del 2013 sumará la cifra récord de US$ 9.920 millones, 15% más que el año pasado.

Portafolio de proyectos

Según Magaly Arellano, investigadora principal de Peru Top Publications, que acaba de editar el libro Proyectos y prospectos mineros 2013-2016, hay un portafolio de 54 proyectos por US$ 56.540 millones hasta el 2020. De esta cartera, 17 poseen Estudios de Impacto Ambiental (EIA) aprobados, por US$ 22.580 millones, que podrían ejecutarse en el periodo 2013-2016. En cobre, el más importante es Toromocho, de Chinalco, cuya inversión será US$ 1.520 millones más al cálculo inicial, hasta alcanzar los US$ 4.820 millones.

Con Toromocho, el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, estima que el Perú estaría a un 50% de alcanzar la producción chilena, escalando hasta el segundo lugar en producción del metal rojo, por encima de China, recuperando el lugar que ocupó el país desde 1999. Le siguen Cuajone (US$ 300 millones), Toquepala (US$ 640 millones), Constancia (US$ 1.546 millones), Las Bambas (US$ 5.200 millones), Mina Justa (US$ 745 millones), Cerro Verde (US$ 4.400 millones) y Quellaveco (US$ 3.300 millones), proyecto en manos de Anglo American, que podría tener luz verde en agosto.

En esta lista de 17 proyectos, destacan en plata Inmaculada (US$ 370 millones), Alpamarca (US$ 120 millones) y Óxidos AG (US$ 140 millones). En hierro están Marcona (US$ 1.200 millones), en zinc Colquijirca (US$ 305 millones) y Santander (US$ 73 millones), y en fosfatos Bayóvar (US$ 520 millones).

Para Arellano, estos proyectos no se ejecutaron hasta la fecha debido a la falta de liderazgo de la administración Humala, cuya política para reducir la conflictividad aún no alcanza los objetivos trazados. Por ese motivo, hasta el 2012, el Perú cayó en los rankings más importantes en competitividad minera. En el índice Fraser el Perú cayó del puesto 27 al 58 en solo cinco años. En el reporte de Behre Dolbear, el Perú ha retrocedido tres puntos desde 2010, facilitando el ascenso de Colombia. No obstante, según Eva Arias, presidenta de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), las medidas lanzadas por el Ejecutivo revelan un interés genuino por revertir este escenario.

“El presidente Humala no ha expresado que está a favor de la gran inversión minera. Nosotros le hemos dicho que nos preocupan dos cosas: la ‘permisología’, así como los conflictos sociales. Si el gobierno logra enfrentar con éxito estos dos factores, tal como se ha comprometido, el Perú no solo podría sumar una cartera por encima de los US$ 100 mil millones, sino recuperar posiciones en los índices de competitividad”, afirma Arias con optimismo.

En un escenario global en el que los precios de los metales caen, arrastrando hasta el fondo la exportación de minerales, Arellano cree que el Ejecutivo debe concentrar su mira en sacar adelante los proyectos más avanzados, para compensar la caída en la canasta exportadora. Pero no será fácil.

Según Alberto Benavides de la Quintana, ex presidente de Buenaventura, con más de sesenta años en el sector, sacar adelante los proyectos mineros nunca ha sido fácil en el Perú. Para Benavides, el siglo pasado, los años con más actividad han sido solo dos. En 1950, el año en el que se aprobó el Código de Minería, cuyo texto lo preparó el ingeniero Mario Samamé Boggio. Este facilitó el ingreso de empresas como Southern Copper Corporation, Cerro de Pasco Corporation y Marcona Mining Company. Más tarde, en 1993, en el que la nueva Constitución posibilitó la ejecución de depósitos como Yanacocha, así como el hallazgo de Conga.

Proyectos de clase mundial, como Antamina, existen desde el siglo XVIII, pero pasaron siglos para que entraran en operación.

Conga, ¿va o no va?

Paradójicamente, en el listado de Perú Top Publications con proyectos con más probabilidades de entrar en operación hasta el 2016 Conga no figura. Se trata del más emblemático de la cartera de 54 proyectos, no solo por los conflictos que desató desde fines del 2011, año en el que debería haber entrado en ejecución, sino por sus reservas.

Según el ranking Top 50 de depósitos sin ejecutar 2012 realizado por Natural Resources Holding, Conga posee reservas probadas hasta por 17,5 millones de onzas, cifra que hace de Conga el depósito N°18 en el ranking global. Pese a que su producción podría generar alrededor de US$ 3.000 millones entre tributos, regalías y canon, Arellano estima que este proyecto se podría encarpetar más allá del 2017 debido a los conflictos en Cajamarca.

Para este 2013, Newmont Mining redujo en el Perú en 66% su inversión programada. “La empresa comunicó el despido de 50 trabajadores. El proyecto tenía alrededor de 250 personas contratadas, pero, como las cosas no caminan, no tenía sentido mantener al personal. El costo promedio por trabajador en un proyecto de este tamaño es entre S/. 8.000 y S/. 9.000. Es bastante caro sostener la planilla de una obra que no se ejecuta”, explica Arellano.

Para algunos analistas, la postergación de este proyecto se debe al desplome del precio del oro, que cayó a US$ 1.380 la onza. Según Nouriel Roubini, conocido como Dr. Doom por sus pronósticos fatales pero certeros, el precio de este metal, en vez de recuperarse, seguiría cayendo hasta alcanzar al 2015 los US$ 1.000 por onza, provocando que más empresas en el mundo reevalúen sus emprendimientos. No obstante, para Arellano, que ha entrevistado a muchos CEO del sector, estos proyectos son de largo plazo, por lo que los precios actuales, que quizá afectan los costos versus la rentabilidad proyectada, no son clave a la hora de definir la ejecución. “La cantidad de oro que va a producir Conga al año, del orden de las 680.000 onzas al año, amerita la inversión. En tanto Newmont y Buenaventura explican que se trata de un proyecto clave, porque reemplazaría la producción de Yanacocha, cuyas reservas ya se están agotando. No es un tema de precios”.

Roque Benavides, gerente general de Buenaventura, confirma este enfoque. “La producción de oro viene cayendo hace ocho años, esto es un reflejo de la paralización de los proyectos y las ampliaciones”, asegura Benavides. Según Arellano, si Conga no se ejecuta, no se generará un efecto dominó en el resto de la cartera, pero sí confirmará que la parálisis en la actividad no es solo percepción. “No debemos ser alarmistas. Conga entró a la congeladora el 2011, pero la cartera está parada hace ocho años. Debemos preocuparnos no solo por Conga, sino por el resto del portafolio. Las empresas siguen sumando proyectos pero ninguno se ejecuta”, aclara Arellano.

Falta Energía

Existe un factor que le preocupa a Eva Arias, presidenta de la Sociedad Nacional de Minería (SNMPE), entrevistada para este estudio. La representante del gremio minero señala que se necesita un impulso en inversión en energía eléctrica, clave para sostener el crecimiento de la cartera de proyectos al 2020. “No estamos preocupados, por lo menos hasta el 2018. Pero, si no comenzamos a sembrar proyectos en energía, en gas, para centrales de ciclo combinado, habrá problemas para todo el aparato productivo”, expresa Arias.

Según el libro de Perú Top Publications, el 63% del portafolio de proyectos estimados al 2020 se ejecutarán en el sur, los cuales demandarán alrededor de 1.590 MW, que en este momento el Perú no posee. En el norte se necesitarán otros 750 MW, y en el sur otros 245MW, cifras que establecen la necesidad de incrementar la oferta energética en un 40%.

El Estudio Laub & Quijandría precisa que se necesitará invertir alrededor de US$ 26.530 millones en proyectos de energía hasta el 2020, para duplicar la oferta energética, no solo para atender la demanda minera, sino la del resto del país.

Poner el hombro

Según Arellano, las medidas que ha lanzado el Ejecutivo para recuperar la confianza son parte de una solución a largo plazo. Estas medidas, que buscan agilizar los trámites como el CIRA, vinculado a los restos arqueológicos, o el EIA, podrían acelerar proyectos por US$ 15.000 millones. Sin embargo, dice esta experta, para que se agilice el sector no solo se necesitará el compromiso del Ejecutivo, sino el del mismo sector privado.

Arellano destaca tres modelos que contribuyen con reducir el clima de conflictividad. Por un lado, Quellaveco (Anglo American) dispuso un capital social por US$ 1.000 millones, para los 36 años de vida del proyecto, para obras de infraestructura social. Por otro, la exploración de la mina Ollachea (Minera IRL), en la que la empresa ha incorporado como accionistas a la comunidad con el 5% de participación. Por último, el caso de Magistral (Milpo), que pagará cada año el 2% de sus ingresos por ventas netas a la comunidad. “Las empresas deben comunicarse mejor, si no lo hacen, el Estado tampoco lo podrá hacer”.

Claves

Plata. El Perú posee 3.858 millones de onzas de plata, el 22% de la reserva mundial, la más importante del mundo.

Impacto. Según la Asociación de Proveedores de minas, el 2012 las mineras ejecutaron compras por US$ 9.000 millones, de los que el 80% se hizo a proveedores locales.

Los datos

El libro de Peru Top Publications identifica 440 proyectos mineros, así como 360 prospectos de exploración, en 20 regiones, que ocupan alrededor del 20% del territorio nacional, cuyo monto en inversión es difícil de ponderar, pero revela, una vez más, el carácter minero del Perú.

13% son las reservas de cobre en el ámbito global.

4% del oro del mundo se encuentra en el Perú.

8,3% del total del PBI peruano representa la minería.

10 mil mills de US$ de inversión al año se estima en minería.


Fuente: Diario La República

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