Inicio ZEE – OT Cajamarca: Entre la tensión y la necesidad del consenso

Por: Ronald Ordóñez 

En la entrevista que el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, dio hace unos días al portal La Mula TV, me llamó la atención cuando se refirió al proceso de Zonificación Ecológica y Económica (ZEE) para el Ordenamiento Territorial (OT) de Cajamarca como un proceso “equivocado” a raíz de la Ordenanza Regional (1) que el gobierno emitió en el año 2011 recogiendo en parte la información de la ZEE, -que declaró la intangibilidad de las cabeceras de cuenca e inviable el proyecto Conga-, y que luego fue declarada inconstitucional. Considero que en un contexto como el de Cajamarca, en el que se requiere de consensos para sacar adelante no sólo éste sino varios procesos de desarrollo, las declaraciones del ministro no ayudan en mucho. Por el contrario, habría que analizar el proceso con calma considerando básicamente los cuestionamientos que se dieron y se siguen dando desde el lado empresarial y el gobierno, para no obstante, aportar a su concreción y aplicación.

A mediados del año 2010 el conjunto de empresas representadas en el Grupo Norte deciden retirarse del proceso argumentando posiciones políticas en un camino técnico. Grave error. Si algo tenemos que aprender los peruanos y peruanas de este precario proceso de descentralizaciónes que se necesita del involucramiento de todos y todas para que se llegue a consensos básicos que permitan ir armando la idea de desarrollo que tenemos para nuestras localidades, porque finalmente el objetivo de la ZEE y el OT va en esa dirección; es decir, identificar las potencialidades y usos de los territorios, pero además, los interesesde quienes ocupan esos territorios; en suma, involucra una participación activa del conjunto de actores, en este caso, regionales. Con esta premisa, y a fin de generar respaldo a un proceso técnico como la ZEE, en Cajamarca se pensó en validar la información de manera participativa, con el objetivo de que la propuesta se convierta también en un instrumento de construcción de institucionalidad regional. En este punto quiero hacer una observación, porque a pesar de tener una ZEE regional concluida y validada participativamente, a nivel de los gobiernos locales todavía queda mucho por hacer y esta limitación obedece entre otras cosas, a discrepancias que en Cajamarca se han acrecentado.

Lamentablemente, la situación de conflicto a partir del 2011 en la región ha venido desvirtuando el carácter de los procesos de ZEE y OT ya que muchos piensan que sólo así se puede frenar la minería “contaminante” o rescatar la agricultura, ganadería o turismo -actividades “no contaminantes”-, ideas alimentadas por paradójico que parezca, por las propias empresas, a raíz de su estruendosa salida del proceso en el año 2010. Cajamarca en este periodo ha perdido la oportunidad de tener un espacio fortalecido de discusión, donde se tomen acuerdos para resolver primero los desacuerdos.

En tres años de elaboración de la propuesta y en dos años más de levantamiento de observaciones, se ha podido articular estas visiones de desarrollo sin optar por la crítica pública a un proceso que, por ejemplo, en las asambleas de la Comisión Técnica Regional, ha recogido las impresiones de varios sectores. Aun así, por característica propia, la ZEE es un proceso dinámico; queda entonces aportar a su actualización permanente con investigaciones y estudios de especialistas. Punto aparte merece la socialización de la propuesta pues, la labor del gobierno regional en este sentido, ha debido de tener mayor énfasis.

Hoy, ante la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) el conjunto de actores regionales tiene la oportunidad de discutir en una etapa mucho más política que técnica, pues se deberán llegar a consensos, tarea nada fácil, pero nadie deberá quedar excluido o excluida. Un buen inicio ha sido la actualización del mapeo de actores a nivel regional a comienzos de año. Sin embargo, ya se están dando algunas discrepancias que vale la pena señalarlas para tratar de resolverlas a tiempo; por ejemplo, la primera tiene que ver con la propuesta de proyecto de Ley que ha trabajado el gobierno regional de Cajamarca. Aunque ésta no haya sido bien recibida por algunos sectores, puede aportar al debate respecto de la necesidad de contar con una ley de este tipo en el país. Desde la experiencia de Cajamarca y a través del Equipo Técnico Regional se pueden canalizar aportes para la incidencia en el Congreso aprovechando además la presencia de diversas ONGs y especialistas que le vienen dando seguimiento al debate. Ahora, si estaría mal que el gobierno regional asuma este planteamiento para mostrarse políticamente en vísperas de las próximas elecciones.

Otro de los puntos que habría que trabajar para avanzar en consensos en esta etapa está relacionado con el latente conflicto por el proyecto Conga. Es ya conocida la posición del gobierno regional y las declaraciones públicas de varios de los funcionarios asumiendo esta postura, lo propio con representantes de las empresas; sin embargo, en los espacios de discusión y de debate que se generan en la región y en los que confluyen los diversos actores se debe evitar caer en estos extremos.

Asimismo, la Resolución Ministerial N° 135-2013-MINAM que aprueba la elaboración de instrumentos técnicos para el OT también ha originado opiniones divididas. Algunos representantes de empresas han criticado que el gobierno regional asuma una posición defensiva contra el MINAM, considerando que se debe aceptar y acoplar a los nuevos requerimientos nacionales; no obstante, el Equipo Técnico con la experiencia y especialidad ha sabido evidenciar claramente algunas deficiencias (2). En primer lugar, una duda que es casi general: ¿Cuenta el MINAM con la capacidad técnica suficiente para atender los estudios de varios procesos a nivel nacional en un tiempo prudente? Esto surge a raíz de que las observaciones hechas a la propuesta de ZEE aprobada en el año 2010 recién recibieron el visto bueno en el último semestre del 2012, y está ligado a la ya conocida burocratización de los procesos de ida y vuelta. Un segundo punto tiene que ver con la escasa apertura a recibir o recoger experiencias o lecciones aprendidas en ZEE de regiones como Cajamarca. Del lado técnico se ha considerado que el carácter de los Estudios Especializados (requeridos ahora por el MINAM) sea el de complementar los resultados de la ZEE, constituyéndose en insumo para elaborar el Diagnóstico Integral del Territorio, por lo mismo no deben llegar a un grado de propuesta tal y como está contemplado en la Guía, porque esto ya será parte de las políticas y estrategias contenidas en el POT. Asimismo, desde el punto de vista legal se ha puesto en cuestionamiento que sea el MINAM el ente rector para el OT, ya que en el Reglamento de la ZEE aprobada por Decreto Supremo N° 087-2004-PCM se considera otros órganos a nivel regional y local como los Consejos Regionales y Concejos Provinciales. En este mismo sentido, se sugiere que primero haya debido publicarse la Política Nacional de OT y la Ley de OT para que se tenga una visión más clara de la Guía. Asimismo, se cuestiona que los gobiernos locales y regionales no puedan asumir sus competencias, trastocándose su autonomía. Otra crítica es el rechazo al artículo 24° del Reglamento de ZEE, que señala que la actualización de la ZEE se realizará como producto del monitoreo y evaluación, por lo que no hay sentido a la realización de Estudios Especializados si estos ya forman parte del proceso en sí, y en el caso de tener que realizar estudios complementarios, existe la figura de la actualización.

Todas estas son opiniones válidas en el entendido de que los gobiernos regionales y locales que ya se encuentran trabajando en sus procesos, con proyectos aprobados y cronogramas establecidos ven con preocupación el tener que adaptarse a estos nuevos requerimientos. Hay sin duda, consideraciones que el MINAM deberá tener en cuenta para una pronta modificación a la Guía, aunque esto parezca bastante complejo. No obstante, en Cajamarca se cuenta con valiosa información producto de los más de tres años de trabajo que fácilmente puede analizarse para ver que falta y evitar así una “guerra” con el MINAM que únicamente hará perder tiempo. No se deberá descuidar sin embargo, las oportunidades que se tengan para seguir haciendo llegar estas críticas con el objetivo de mejorar.

Retomando las declaraciones del ministro, la ZEE de Cajamarca no puede ser un proceso equivocado, pues, entre otras cosas, se está desmereciendo el trabajo de más de tres años de un Equipo Técnico establecido, ya que como se ha hecho en otros lugares, nada costaba contratar la elaboración de la ZEE a una consultora. Además, a este tiempo se cuenta con una data de información importante que ha servido para ir trabajando la Estrategia Regional de Cambio Climático y procesos de zonificación a nivel meso; igualmente se han establecido 120 zonas ecológicas y económicas distribuidas en 5 categorías de uso con sus respectivas recomendaciones, lo que permite tener una serie de alternativas para la toma de decisiones sobre los usos del territorio.

Es cierto que existe la percepción de que con la ZEE se puede limitar ciertas actividades, pero esto obedece en mayor medida, al poco tino del Estado para gestionar los conflictos o por no haber planteado modificaciones a la normativa ambiental en materia de minería o la lógica de desarrollo pensado únicamente en las actividades extractivas. La ZEE y el POT deben permitirnos definir las políticas regionales con una visión territorial y esto pasa primero por involucrarnos en un proceso de debate público y de construcción de consensos. A esto hay que hacer referencia.

Nota:

(1) Ordenanza Regional N° 036-2011-GR.CAJ-CR.

(2) Presentación en Power Point del Análisis de la Guía Metodológica para la Elaboración de los Instrumentos Técnicos Sustentarios para el Ordenamiento Territorial, elaborado por el Equipo Técnico del proceso de ZEE-OT de Cajamarca.

Fuente: Noticias SER

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