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| Foto: Internet |
Ayllus de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de la Marka Colo Colo Copacabana Antaquilla, se convirtieron en los principales socios de las cooperativas mineras que operan en la cuenca del río Suchez en la zona fronteriza con Perú. Este territorio originario se encuentra sobrepuesto al Área Natural de Manejo Integrado Nacional (ANMIN) Apolobamba del Departamento de La Paz, donde se pone en riesgo la provisión del agua.
El especialista e investigador en temas de agua y tierra, Juan Carlos Rojas, advierte en su análisis "Vida, agua y minería en la Cuenca del río Suchez. Dilemas y oportunidades", que varias comunidades originarias del ANMIN de Apolobamba vieron en la actividad minera, junto a la producción agrícola y de ganado camélido, una alternativa para generar mayores ingresos económicos.
En una relación de costos, mientras una familia ganadera obtiene al día nueve dólares, una minera logra 19, por lo que es muy frecuente que las familias tengan ambas ocupaciones, dice el investigador
Los miembros de la Marka tienen un Plan de Gestión Territorial que establece el ordenamiento de su territorio; áreas para la explotación minera –no solo de las actuales, sino aquellas proyectadas para el futuro- además de un listado de cooperativas donde figuran la cantidad de comunarios por ayllus", explica el investigador al Periódico Digital PIEB.
Esto supone según Rojas, que las comunidades o grupos de comunarios discutieron al interior de la Marka, su inclusión en la minería, pues "hay una especie de consentimiento o mejor dicho, autorización para que se desarrollen estas actividades mineras, entendiendo que es parte de las estrategias definidas por la población, pero también sabiendo que estas pueden traer otros problemas".
"Sin embargo, la proliferación de cooperativas en la cuenca del río Suchez tiene una característica muy particular, muy sui géneris, porque los operarios de estas cooperativas, especialmente los dueños de tractores, palas o camiones no son del lugar, son del interior del país o ciudadanos peruanos, mientras que los comunarios son los principales socios de las cooperativas", explica.
El año 2010, el Estado boliviano intervino la zona fronteriza del río Suchez donde operaban de manera clandestina cooperativas tanto bolivianas como peruanas. Autoridades de ambos países acordaron combatir la minería informal.
La cuenca del río Suchez se encuentra en la Cordillera de Apolobamba en el límite del origen de la cuenca Endorreica del Lago Titicaca y la cuenca Amazónica.
Provisión de agua en riesgo
La zona de influencia de la cuenca del río Súchez, según Juan Carlos Rojas, disminuye la actividad minera en época seca debido a que la provisión de agua de las fuentes naturales también baja sustancialmente. Sin embargo, advierte que en reuniones intersectoriales se discutió qué medidas se asumirán al respecto porque la escasez del agua llegó incluso al límite de poner en riesgo la provisión del agua para el consumo humano de las comunidades y el ganado del cono de Ulla Ulla.
"En todas las comunidades cerca del río no hubo agua potable (durante el periodo seco) para el consumo ni tampoco para los animales en la disponibilidad que había antes, porque estas comunidades no toman agua del río Suchez, ellas se aprovisionan de pozos que perforan, pero eso tiene que ver con el ciclo hidrológico de recarga que viene de las lluvias o vertientes que bajan de las lagunas", señala.
La provisión del agua se garantiza del deshielo de los glaciares, las lagunas y los bofedales. Las lagunas regulan el caudal de los ríos y actúan como embalses que regulan los caudales máximos e incrementan los mínimos.
Por mediciones fotogramétricas en la Cordillera Real se calcula la pérdida de volumen de hielo de 376 glaciares y que los actuales ya perdieron el 43% de su volumen y el 48% de su superficie.
Sobreposición territorial
La cuenca del río Suchez se encuentra en el Área Natural de Manejo Integrado Nacional (ANMIN) Apolobamba, declarada Patrimonio del Estado y de interés público y social por la Ley de Medio Ambiente, también fue declarada reserva mundial de la biósfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
A pesar de la presencia del Estado en la zona, sobre todo con los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), el investigador señala que es necesario conocer el estado actual de los bofedales y lagunas, para planificar de manera responsable la actividad minera en esta región.
Fuente: Jornada net.com
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