La decisión judicial de suspender la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas de hasta 30 MW en la cuenca brasileña del río Paraguay puso en cuestión una alternativa energética en expansión y considerada, hasta hace poco, la menos dañina para el ambiente.
El Ministerio Público Federal del sudoccidental estado de Mato Grosso do Sul a través del departamento de justicia federal ha ordenado la paralización de todos los proyectos de centrales hidroeléctricas en cuenca brasileña del río Paraguay.
El objetivo es evaluar el posible impacto ambiental de estos proyectos, ya que consideran que laspequeñas centrales hidroeléctricas o PCH (centrales de entre 1 y 30 MW) pueden causar daños irreversibles como la alteración del ciclo del Pantanal, uno de los humedales más grandes del mundo, con más de 230.000 kilómetros cuadrados, ubicado en el sudoeste de Brasil, el norte de Paraguay y el este de Bolivia.
A su vez, esas alteraciones podrían afectar a las 4.000 familias que dependen de esa cuenca para sobrevivir, con actividades como turismo, agricultura y pesca. En el caso del Pantanal, hay impactos notables porque rompen el ciclo natural de los flujos y reflujos de la reserva.
113 proyectos en la misma cuenca
La Agencia Nacional de Energía Eléctrica define como PCH a las represas de pequeño porte, cuya capacidad instalada se ubique entre 1 y 30 megavatios, y su embalse ocupe una extensión inferior a los tres kilómetros cuadrados.
Tan solo en la cuenca del Alto Paraguay hay más de 113 proyectos de PCH, 30 de los cuales están operativos, y otras 10 centrales de mayor tamaño. El estatal Instituto Brasileño de Medio Ambiente evalúa, además, otra veintena de iniciativas similares repartidas en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Según el Portal PCH, que representa a este sector, se trata de una alternativa usada principalmente en ríos de corto y mediano recorrido y que posean desniveles significativos, capaces de generar una potencia hidráulica suficiente para mover las turbinas.
La entrada en operación de tantas centrales tipo PCH implicaría mantener inundada una zona grande y muy plana de manera permanente, "en un lugar en el cual el periodo de sequía es fundamental para el ciclo de vida de varios animales, como peces y pájaros", advirtió.
423 centrales de pequeña potencia en funcionamiento
La Asociación Brasileña de Generación de Energía Limpia, que aglutina a la gran mayoría de las PCH, indica que estas representan "un potencial significativo con capacidad para contribuir a la matriz nacional de forma sustentable y limpia", pero están afrontando desafíos económicos y regulatorios que obstaculizan ese camino.
En estos momentos, Brasil tiene 423 PCH en operación, que generan casi 4,1 millones de kilovatios, 3,5 por ciento del total de la energía producida por vía hidráulica en el país, según datos oficiales. Además, hay 52 en construcción y otras 130 fueron autorizadas en licitaciones desde 1998. Actualmente las hidroeléctricas en su conjunto representan 75 por ciento de la oferta eléctrica del país.
El plan de expansión energética de Brasil prevé un aumento progresivo hasta 2020 de las fuentes alternativas de energía, para pasar del actual 9 % de la matriz nacional a 13 %, incremento que afectaría directamente a las PCH.
Imagen: Presa de Itapú (Brasil-Paraguay)
Fuente: Ingenieros.es
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