lunes, 5 de agosto de 2013

Somos 18 millones de quechuas pensantes

Somos 18 millones de quechuas pensantes
Desde que su profesora de la escuelita de Uripa, su tierra natal, en Apurímac, lo expulsó del aula por escribir una poesía en quechua a los 11 años, el presidente del Parlamento Indígena de América, actual titular de la Comisión de Defensa del Congreso e integrante de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afros del Congreso de la República, Hugo Carrillo Cavero, decidió que su vida estaría destinada a la defensa de dichos pueblos y a la literatura. 


Pagan centavos
Un claro ejemplo de ello es lo sucedido en la comunidad de Pumamarca, donde Xstrata adquirió tierras para la construcción de carreteras y el campamento a un precio por demás escandaloso de 20 céntimos el metro cuadrado. Además, la empresa contrajo ciertos compromisos para ejecutar proyectos con la comunidad, pero no los cumplió
––¿Cómo sucedió este episodio y qué enseñanzas le dejó?
––Siguiendo mis impulsos literarios que se manifestaron desde muy pequeño, escribí un poemita en quechua, la maestra me sacó de la clase señalando que era una porquería. Pero ese acto injusto no me amilanó, sino por el contrario acrecentó mi inquietud por la cultura andina y seguí escribiendo, tanto en quechua como en castellano. Con un grupo llegamos a escribir la primera novela campesina del Perú. Después opté por estudiar antropología en San Marcos y una especialización en el extranjero.

––¿Pese a sus ojos azules y su piel blanca, usted se considera indígena?
––Soy como la mayoría, un criollo de origen indígena. En el Perú son 18 millones los quechua pensantes que no hablan el idioma, pero que piensan, actúan y hasta se expresan en castellano, lo que se nota en la estructura de sus discursos. Antes tenían vergüenza, ahora menos.

––¿Cómo se nota el cambio de indígena a criollo?
––Cuando después de vivir en sus comunidades con ojotas se trasladan a las ciudades, hablan castellano, usan zapatos y se amoldan a un nuevo estilo de vida, aunque siguen conservando mucho de sus raíces.

––¿Influyó en su formación literaria y de defensa de los indígenas su paisano José María Arguedas?
––Por supuesto, sus lecturas, sobre todo su obra “Los Escoleros”, como las del intelectual ayacuchano Juan José Flores, que escribía sobre Apurímac, fueron claves en mi formación. Arguedas acompaña mi vida política y cultural, tengo ocho libros publicados, poesía tanto en quechua como en castellano. Una de ellas, cuya edición se agotó, es “Baladas de un perro sin pelos en la lengua”, dedicado al expresidente Alan García después que expresara que los indígenas eran perros del hortelano.

––¿Qué le diría al expresidente si tuviera oportunidad de conversar con él?
––Que respete los conocimientos, la cosmovisión y la integridad de los pueblos milenarios y le preguntaría si la Catedral de Lima la podría convertir en un centro comercial porque en todo caso también es un conjunto de piedras. Aclaro que respeto todas las creencias religiosas, tanto las actuales como las de los antiguos peruanos y de los pueblos quechuas, aimaras y amazónicos. Soy de todas las religiones.

––Según informaciones de fuera, una publicación suya ganó un premio internacional. ¿Cuál?
––Sí, a pesar de la oposición de algunos amigos, participé en el V Congreso Mundial de Libros de Cocina y Vino efectuado en Suecia y obtuve el primer premio con mi texto “Alpaca: Gran sabor andino”, luego de lo cual fui entrevistado por la CNN y otros medios.

––¿Por qué sobre la alpaca?
––Reivindico este animal nuestro porque su carne tiene el 25.5 por ciento de proteínas. El charqui de llama no se queda atrás, tiene 50 por ciento, muchos lo comen con olluco, pero no lo dicen porque sienten vergüenza consumirla. 


Las expresiones culturales muestran la identidad de los indígenas.
DÍA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

––¿Como presidente del Parlamento Indígena de América, de qué forma recibirá el próximo 9 el Día Internacional de los Pueblos Indígenas?
––En coordinación con la parlamentaria andina Hilaria Supa, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica y el Movimiento de Mujeres Manuela Ramos, efectuaremos una ceremonia en el auditorio José Faustino Sánchez Carrión del Congreso, donde se presentará el interesante libro de Alejandro Diez Hurtado “Conceptos Políticos, Procesos Sociales y Poblaciones Indígenas en Democracia”. Estudio Binacional Perú-Bolivia.

––A propósito de la fecha, ¿qué opinión le merece la situación de los pueblos indígenas? 
––Que los peruanos somos una mezcla de todas las sangres, un país multicultural, los quechuas consideran al sol como el tayta inti porque creen que gracias a él se origina el mundo, sin embargo se les llama despóticamente folklóricos cuando es un mito como el de Adan y Eva.

––¿Qué acciones se tomen en el Congreso a favor de los pueblos indígenas?
––Un grupo de 40 congresistas hemos constituido un grupo parlamentario indígena que me honro en presidir. Tenemos la intención de dictar leyes para la defensa de los derechos de los seis millones de quechuas, el millón de aimaras y los 300 mil amazónicos que hablan 52 idiomas. Actualmente somos 30 millones de peruanos representados por solo 130 congresistas.

––¿Cuál es la principal pretensión de este grupo y de usted?
––Que en un futuro cercano haya curules que representen a los indígenas como los hay en Colombia, Panamá, Venezuela, México, Canadá y Bolivia, en este último país el Congreso está compuesto por 60 por ciento de congresistas indígenas. Acá estas comunidades están invisibilizadas, algunos las consideran tribales (tribus), casi borradas del mapa y no se toma en cuenta su potencial de conocimientos.

––¿Qué hacer al respecto?
––Protegerlos, defender sus territorios, sus conocimientos. Vivimos en crecimiento económico como lo señala el presidente Humala, gracias a que recursos como los minerales, hidrocarburos, etc. se encuentran en territorios andinos y amazónicos, y fueron preservados por años por las comunidades que las habitan.

––¿Está de acuerdo con la consulta previa a los pueblos donde se extraen sus recursos?
--Por supuesto, aunque desgraciadamente en el Congreso hay lobbistas. Ahora, como lo ha señalado el presidente Humala, la minería tiene que actuar responsablemente y con seriedad, como jamás lo hizo Yanacocha en Huancavelica. Lamentablemente tengo colegas que no conocen Huancavelica ni siquiera el Vraem, lo que no es serio. 


Discriminación y menosprecio sufren los indígenas amazónicos y andinos.
Congreso bloquea proyectos para andinos y amazónicos

Con la experiencia de haber laborado por treinta años en Huancavelica, particularmente con Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) dedicados al asesoramiento de comunidades dedicadas a la crianza de alpacas, la producción de papas nativas y otros, el congresista Carrillo presentó el año pasado un proyecto de ley para que los empresarios de Ica paguen por el uso del agua que llega de esa zona, lo que fue desechado por la mayoría congresal. 

En su proyecto el parlamentario precisaba que “las comunidades campesinas de Huaytará y Castrovirreyna tienen el derecho a ser consultados previamente a la puesta en marcha de proyectos de inversión públicos o privados que usen los recursos hídricos ubicados en su territorio, ya sea que se trate de proyectos agrícolas, agropecuarios o energéticos”.

También sostenía que esas comunidades “tienen derecho a ser compensadas adecuada y oportunamente por los beneficiarios de otras provincias que usan recursos hídricos de su territorio” y “a ser indemnizadas por los daños ambientales causados por el uso de sus recursos hídricos”.

En su exposición de motivos, Carrillo refiere que según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Huancavelica sigue siendo la región con mayor incidencia de pobreza y pobreza extrema con 66.1 por ciento de población en esas situaciones. Los de pobreza viven con 240 soles al mes y los de extrema pobreza con 140 soles mensuales. 

Carrillo explica que el uso de aguas del sistema de lagunas de Choclococha para Ica originó impactos negativos en las comunidades adyacentes a las lagunas y al canal, tuvieron que dejar sus tierras y trasladarse a otras zonas y no lograron indemnización alguna. 

“El trasvase de aguas, que equivale a 490 millones de metros cúbicos anuales y afecta los caudales de las lagunas y riachuelos de Huancavelica, ha creado un proceso de desertización y disminución de pastos y bofedales, perjudicando a los comuneros, que tienen en la crianza de camélidos sudamericanos su única fuente de trabajo y subsistencia”, afirma.

Precisa que el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) dio la razón a los huancavelicanos e instó al Estado peruano a indemnizar a las comunidades perjudicadas y ejecutar medidas de mitigación de los efectos negativos causados sobre los ecosistemas.

Otro proyecto de Carrillo que no recibió el visto bueno de sus colegas, fue el referido a la creación de los distritos electorales para los pueblos quechuas, aimaras y amazónicos. 

El proyecto señalaba: “La ley tiene el objeto de establecer distritos electorales específicos para los pueblos originarios y que existan de manera obligatoria representantes de las etnias prehispánicas en el Parlamento. Se recoge de esta manera una tendencia que se afirma en América Latina de establecer el derecho de los pueblos que existían antes de la colonización y llevar sus puntos de vista a los más altos niveles de los órganos de decisión política del país”.

POR CONCESIONES
Minería ocupa casi la mitad de tierras de comunidades

Uno de los principales problemas de las comunidades indígenas es el de la afectación de sus tierras y de su entorno, por empresas extractivas, principalmente mineras, que tienen en concesión casi la mitad de esas tierras.

El mapa de concesiones mineras elaborado por el Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú (OCM) reporta que el 21.02% del territorio nacional está concesionado a la minería, alcanzando 26’752,220 de hectáreas. 

En ese escenario, el otorgamiento de concesiones afecta directamente a los territorios de comunidades campesinas, pues el 48.6% de sus territorios tiene concesiones mineras, según el reciente informe del OCM.

Emma Gómez, subdirectora de Cooperación, señala que desde la década del 90 las concesiones mineras vienen creciendo de manera sostenida en todo el territorio nacional. 

“Si bien es importante señalar que no toda concesión minera va a concretarse en un proyecto minero, lo que es cierto es que este crecimiento viene presionando, el uso del territorio, en especial los territorios de comunidades campesinas y nativas, compitiendo con estas últimas por el uso de recursos naturales como el agua. Las concesiones mineras son otorgadas sin que medie consulta previa a las poblaciones indígenas afectadas”, sostiene.

Afirma que es desde el otorgamiento de concesiones que se originan los conflictos entre empresas, poblaciones y comunidades. “Es desde el momento inicial en que comienzan los procesos de compra de tierras que muchas veces se dan en condiciones de asimetría de la información, que impiden la adopción de acuerdos justos y equitativos”.

El XII Informe OCM denuncia que hay muchas asimetrías en las compras de tierras, la mayoría de los casos analizados evidencian que los acuerdos por tierras a los que llega la comunidad con la empresa no son equitativos para los comuneros.


Fuente: Diario La Primera

0 comentarios:

Publicar un comentario

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More