Un artículo publicado por el portal Mongabay advirtió que el anuncio del presidente ecuatoriano Rafael Correa en el sentido que las perforaciones en el Bloque ITT tendrán solo un pequeño impacto directo en el Parque Nacional Yasuní son engañosas.
Citaron un estudio científico sobre las mejores prácticas para minimizar los impactos de la perforación petrolera en la Amazonía y en el que concluyen que dicho bloque hidrocarburífero representa el “ejemplo perfecto de lugares donde no se debe llevar a cabo la perforación”.
Señalan que los impactos relacionados a la biodiversidad, a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y al cambio climático, podrán ser severos a pesar que el presidente en su ponencia y un decreto adjunto enfatizó que la explotación afectará menos del 1 por ciento del Parque.
Lo más preocupante es que el decreto no prohíbe la construcción de carreteras y las vías de acceso, a menudo provocan significativa deforestación secundaria, señalaron los autores Matt Finer, Clinton Jenkins y Varsha Vijay.
“Aunque el plan inicial de desarrollo para Tambococha emplea una línea de flujo sin carretera, no hay garantía que Petroamazonas, la empresa encargada del desarrollo de ITT, no construirá una vía de acceso para Ishpingo” afirmaron.
A continuación el artículo publicado en Mongabay:
El caso contra la afirmación del Ecuador de la “perforación de bajo impacto” en Yasuní
Por Matt Finer, Clinton Jenkins y Varsha Vijay
El Presidente del Ecuador, Rafael Correa, recientemente anunció al mundo que estaba clausurando la iniciativa de seis años dirigida prevenir la perforación petrolera en un pedazo crítico de la Amazonía, el Bloque ITT ubicado en el Parque Nacional Yasuní. En su ponencia y el Decreto adjunto, el Presidente enfatizó que la explotación afectará menos del 1% del Parque.
En observaciones subsiguientes, el Presidente Correa indicó que el área impactada sería menos del 0,001%. Por lo tanto, el nuevo discurso gubernamental: mínimo impacto, máxima recompensa. Aquí, argumentamos que los impactos relacionados a la biodiversidad, a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y al cambio climático, podrán ser severos.
ITT, consiste de tres yacimientos petrolíferos significativos: Ishpingo, Tambococha, and Tiputini (sírvase ver el mapa). Tiputini está ubicado cerca de la frontera norte del Parque, Tambococha está en el medio y completamente dentro del Parque e Ishpingo se encuentra en la parte sur, en el núcleo del Parque. El plan inicial de desarrollo es solamente para Tiputini y Tambococha, con un impacto total en el Parque calculado en 16,8 hectáreas.
Si bien este cálculo inicial ciertamente parece pequeño, es engañoso. Aproximadamente un 50% (~460 millones de barriles) del petróleo de ITT se encuentra más al sur, en el yacimiento de Ishpingo. Un nuevo informe gubernamental, confirma que las operaciones expandirán a Ishpingo con la construcción de hasta cinco plataformas de perforación nuevas en el núcleo del Parque (sírvase ver el mapa). El informe indica que el impacto directo entonces podría alcanzar hasta 200 hectáreas.
Aunque esto es un porcentaje global bajo del Parque, la eliminación de 200 hectáreas de lo que se podría mantener es el bosque con el nivel más alto de biodiversidad del Planeta, representa un impacto ecológico significativo. Además, si esta expansión incluye los yacimientos petrolíferos en la parte sur del Bloque 31, el bloque contiguo a ITT, entonces el área de impacto directo se ampliaría sustancialmente.
Por lo tanto, los porcentajes pueden ser engañosos. La explotación petrolera ya impacta secciones considerables del Parque. ITT y el Bloque 31 representan lo que debe ser un núcleo intacto que conecta las dos Zonas Intangibles del Ecuador, las cuales son estrictamente protegidas (sírvase ver el mapa).
Lo que es más preocupante de todo, el Decreto no prohíbe la construcción de carreteras. Vías de acceso, a menudo provocan significativa deforestación secundaria, particularmente en el Ecuador. Aunque el plan inicial de desarrollo para Tambococha emplea una línea de flujo sin carretera, no hay garantía que Petroamazonas, la empresa encargada del desarrollo de ITT, no construirá una vía de acceso para Ishpingo.
Preocupaciones sobre nuevas vías de acceso tienen un precedente reciente. En 2012, mientras funcionarios promocionaban al mundo la extraordinaria importancia en materia de conservación del área ITT, Petroamazonas estaba construyendo una nueva vía de acceso de 19 km de largo penetrando en el Bloque 31, un área con las mismas características extraordinarias de conservación.
Esta misma carretera, fue el enfoque de una intensiva lucha entre el 2004 y el 2006 impulsada usando conocimiento científico, y la comunidad conservacionista pensó que dicha lucha había terminado en una victoria, debido a que el Gobierno ecuatoriano prohibió su construcción. Luego, seis años después, como si ese gran debate nunca hubiese ni siquiera ocurrido, Petroamazonas construyó el nuevo camino entrando el Parque, mientras pocas personas ponían atención. Una repetición de esta situación fácilmente podría ocurrir en ITT.
Regresando a Ishpingo, aún si Petroamazonas no construyere un camino nuevo, todavía habría una amenaza crítica para los Tagaeri y Taromenane, pueblos indígenas medio nómadas que viven en aislamiento voluntario en lo más profundo del Yasuní. En 1999, el Ecuador creó una “Zona Intangible”: un área vedada a la extracción petrolera para proteger su territorio de la frontera petrolera en expansión.
Desafortunadamente, Ishpingo, junto con los yacimientos petrolíferos sureños del Bloque 31, se extienden hasta adentro de la Zona Intangible. De hecho, las nuevas plataformas de perforación en Ishpingo, se extienden sur hasta la frontera de la Zona Intangible (sírvase ver el mapa). Por consiguiente aún impactos aparentemente menores, como ser el ruido de helicópteros y de las plataformas de perforación, generan un fuerte efecto negativo. Además, los impactos de la contaminación petrolera o del contacto humano directo podrían ser mortales. Los riesgos para la salud a los grupos no contactados, debido a su falta de inmunidad a las enfermedades contagiosas, han sido bien documentados.
Por último, enfatizamos las implicaciones climáticas. Una de las partes más innovadoras de la Iniciativa Yasuní-ITT, fue el compromiso gubernamental de prevenir las emisiones de dióxido de carbono, en este caso, 410 millones de toneladas métricas, dejando reservas petroleras considerables en el suelo. Renunciando a la extracción de reservas de petróleo y gas natural, particularmente en ambientes de bosques lluviosos con abundantes cantidades de biomasa por sobre el nivel del suelo, podría representar una importante contribución a la mitigación del cambio climático.
Para concluir, las afirmaciones del Presidente Correa que perforando en ITT tendrá solamente un pequeño impacto directo, son engañosas. No estamos necesariamente opuestos a todas las formas de desarrollo, y recientemente publicamos un estudio científico revisado por pares sobre la potencial de mejores prácticas para minimizar los impactos de la perforación petrolera en la Amazonía. Sin embargo, dicho estudio también expuso la importancia de considerar factores ecológicos y sociales, al decidir dónde perforar. Tomando en consideración dichos factores, las secciones intactas restantes del Parque Nacional Yasuní, como ser el Bloque ITT, representan el ejemplo perfecto de lugares donde no se debe llevar a cabo la perforación.
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Fuente: Mongabay: http://es.mongabay.com/news/2013/es0916-finer-yasuni-drilling.html
Fuente: SERVINDI
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