Más de ocho décadas de investigación agraria en peligro. El 25 de marzo del 2013, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), la autoridad principal que debería velar por la seguridad agraria en el país, pidió que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) le ceda 3 hectáreas de terreno para construir edificios de oficinas.
El problema radica en que en este terreno se encuentran bancos de germoplasmas de frutas, un valioso espacio donde radica una gran diversidad de frutas que se comenzaron a reunir desde inicios de 1928.
Es decir, si prospera el pedido del Minagri, se perdería una colección de 30 mil metros cuadrados de árboles frutales que representan la diversidad genética del país y mediante las cuales se pueden evitar las enfermedades frutales gracias a la investigación.
El pedido del Minagri, firmado por el propio ministro Milton Von Hesse, se dio mediante en el Oficio Nº 202-2013-AG-DM. En este documento se detalla que el motivo de la solicitud se debe a “una necesidad institucional” y que la transferencia deberá ser “a título gratuito”.
Al enterarse de la petición, el Sindicato Único de Trabajadores del Instituto Nacional de Innovación Agraria, le pidió una entrevista al ministro Von Hesse para comunicarle que el terreno que solicitaba estaba ubicado en el mismo lugar donde se hallan 4 bancos de germoplasmas de chirimoyo, mango, palto y lucumo. Sin embargo, hasta ahora la entrevista no se ha dado porque ningún funcionario del Minagri ha contestado.
¿EL MINAGRI NO TIENE ESPACIO PARA SUS OFICINAS?
Preocupados por la solicitud del Minagri, los miembros del Sindicato de Trabajadores del INIA decidieron investigar si era verdad que en dicho ministerio no tenía espacio para sus oficinas.
En su búsqueda, encontraron que la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) ya les había otorgado un predio para “edificar las oficinas administrativas del Ministerio de Agricultura”, el mismo que se encuentra ubicado en la avenida La Universidad. Es decir, el mismo lugar en el que despacha el ministro Von Hesse.
¿Entonces por qué el Minagri quiere un nuevo terreno para sus oficinas administrativas si ya tiene el espacio autorizado por la Sunarp? Actualidad Ambiental intentó comunicarse con los representantes del Ministerio de Agricultura para recoger su versión, pero no encontró respuesta pese a que el intento se dio en muchas ocasiones.
BANCOS DE GERMOPLASMAS DEL INIA
Los bancos de germoplasmas del INIA constituyen la colección ecotipos de frutales más amplia y antigua del país. Por ejemplo, las plantaciones de mango datan de 1928 y, hasta la actualidad, se han logrado reunir 40 variedades de todo el mundo en un solo sitio. Si todo esto se convirtiese en oficinas, no solo se perdería una gran diversidad frutal sino que se truncaría una investigación que se inició hace más de ocho décadas.
El caso del banco de germoplasmas de paltos es igual de evidente: no solo es el más antiguo de Sudamérica (su plantación data de 1928), sino que es el único lugar del país donde no se han registrado virus ni viroides, enfermedades con las que tienen que lidiar los agricultores de todo el país, quienes ven en el banco de germoplasmas del INIA un aliado en la investigación que les puede proporcionar la ayuda necesaria para eliminar esta enfermedad.
LOS TRABAJADORES DEL INIA CONTRA LA DIRECCIÓN DEL INIA
Ahora, los trabajadores del sindicato del INIA no solo tienen que enfrentarse contra el Ministerio de Agricultura, sino también contra su propia dirección. El 01 de agosto del 2013, mediante el Oficio Nº 1064-2013, el INIA envió un documento a la Subdirección de Desarrollo Inmobiliario de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales, en el que pedía la “desafectación, independización de 30 mil metros” el terreno solicitado por el Minagri. Es decir, avalaban la solicitud del ministro de Agricultura, Milton Von Hesse.
José Guerrero, miembro del sindicato, aseguró que la dirección del INIA ha tomado la decisión porque sus miembros dependen directamente del Ministerio de Agricultura.
“Los tres funcionarios principales de nuestra institución trabajan para el INIA pero en su planilla oficial del INIA ellos no figuran porque les paga el Ministerio de Agricultura. Desde allí, nosotros avizoramos que no tienen identidad institucional; y es por eso que flexibilizan los pedidos del Ministerio”, indicó Guerrero.
Actualidad Ambiental se comunicó con la Oficina de Imagen Institucional del INIA para obtener su versión. Sin embargo, la respuesta solo se dio mediante un correo electrónico en el que aceptaban que sí estaban de acuerdo con ceder los 3o mil metros a favor del Minagri porque, para ellos, las plantaciones frutales no tienen la categoría de bancos de germoplasmas.
Al preguntarles que si están dispuestos a erradicar 30 mil hectáreas de árboles que sirven para la investigación agraria, respondieron que no dirían más porque su respuesta institucional estaba en el correo ya mencionado.
Ante esta respuesta, José Guerrero afirmó que las plantaciones de frutales sí tienen toda las características para ser consideradas bancos de germoplasma, pero que nunca se terminó de darle esta categoría por dejadez de las encargados.
Cabe señalar que al visitar el lugar, pudimos constatar que existen múltiples carteles direccionales que señalan a la zona en la que se encuentran las plantaciones de frutales como bancos de germoplasmas, en ellas también se puede leer el año en el que se llevó a cabo la instalación.
Pero esta no es la primera vez que los terrenos del INIA se ven amenazados. El Sindicato de Trabajadores recuerda que en el anterior gobierno les pidieron entregar 6 hectáreas, el doble de lo que ahora pide el Minagri. Sin embargo, gracias al apoyo de los estudiantes de la Universidad Agraria y de los vecinos de La Molina, lograron rechazar este pedido.
Ahora esperan conseguir lo mismo. Porque solo así, estas 30 mil hectáreas de plantaciones seguirán siendo el centro nacional en el que se realiza la mayor investigación agraria de frutales del país.
Fuente: Actualidad Ambiental
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