.png "English"){kind=small}
 |
| Foto: AP |
La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, puso una nueva traba a los intentos del Congreso de modificar el Código Forestal, bloqueando nueve puntos del proyecto que buscaban reducir la superficie del área de recuperación de bosques ubicada en los márgenes de los ríos de la Amazonía.
Con esta decisión, la mandataria se reafirma en su política de no ceder ante ningún tipo de reforma que pueda servir como plataforma a la tala ilegal o cualquier tipo de desequilibrio socio ambiental en la Amazonía brasilera. “Todos los vetos se basan en el regreso a los principios de la medida provisional (…) de no amnistiar, no fomentar la tala ilegal y promover la justicia social en el campo” sostuvo la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.
La decisión de Rousseff es apoyada por grupos ecologistas que protegen la selva brasilera de la deforestación, que en gran medida es obra de poderosos grupos agropecuarios ligados a la industria agroalimentaria, y a su vez por personas dedicadas al negocio de la tala ilegal.
Los ruralistas, como se denomina en Brasil al lobby de empresarios agrícolas, piensan utilizar todas las herramientas que estén a su alcance para lograr su objetivo. Cuentan con gran influencia entre los diputados de diferentes partidos, incluso en el gobernante Partido de los Trabajadores, y seguirán presionando a través del Poder Legislativo.
Fuente: Diario El Comercio
0 comentarios:
Publicar un comentario