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La urgencia de un Plan Energético coherente para la Macro Región Sur se hace evidente frente a la gran cantidad de proyectos de inversión que se vienen promoviendo en dicha zona. Solo para el periodo 2010-2014, se estima que las inversiones alcancen la suma de 9 mil millones de dólares, de los cuales el 75% se destinará a desarrollar el subsector gasífero.
En efecto, la consecuencia inmediata de la falta de planificación en uno de los sectores con mayor influencia en la economía del país, es la existencia de proyectos que no toman en cuenta las variables sociales y ambientales de su desarrollo. Solo este año, se ha aprobado el Estudio de Impacto Ambiental para la ampliación del programa de exploración y desarrollo en la locación San Martín Este del Lote 88 y se han elaborado Términos de Referencia para ampliar operaciones en las zonas de Kimaro y Armiguari en el mismo Lote. Ambos proyectos se encuentran superpuestos a la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN) lo que significa una serie de impactos sociales y ambientales que afectarían a estos pueblos indígenas no contactados.
Por otro lado, una planificación seria y coordinada evitaría posiciones extremadamente optimistas por parte del Estado. Este es el caso del Gasoducto Sur Andino, uno de los proyectos más importantes para el desarrollo de la Macro Región Sur, cuya concreción se encuentra comprometida a la certificación de las reservas de gas de los lotes 57 y 58. Pero, por qué esperar esta certificación, si podríamos usar el gas del Lote 88. La verdad es que, pese a la existencia de un Decreto Supremo que señala que el Gas Natural del Lote 88 será exclusivamente para el consumo interno, hasta la fecha no se ha firmado la adenda que materialice la recuperación de los 2.5 TCF de gas de este lote para el mercado peruano.
Esto evidencia una débil planificación y coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y sectores en las etapas de exploración y explotación, así como en el transporte de los Hidrocarburos. En efecto, la ampliación del Sistema de Transporte actual (TGP) por el proyecto Loop Sur, tiene más de un año de retraso debido a la existencia de condiciones de perturbación interna (terrorismo) y falta de coordinación entre el gobierno nacional, regional y local.
Pese a ello, el Ejecutivo ha presentado el pasado mes de agosto, el proyecto de Ley 1396, que considera como proyectos necesarios para incrementar la seguridad energética, la construcción de gasoductos complementarios a los ya existentes desde Camisea hasta el kp82 y desde el kp 127 hasta el kp 207. En cristiano, hay la posibilidad de que esta nueva propuesta de gasoductos coincida con buena parte del recorrido del fenecido proyecto Loop Selva, es decir, podrían proyectarse sobre la Reserva Comunal Machiguenga o, en el peor de los escenarios, sobre el Santuario Nacional Megantoni.
Todo esto evidencia la necesidad de un Plan Energético para la Macro Región Sur, que sea el producto de un trabajo serio y coordinado entre los diferentes niveles de gobierno con el fin de aprovechar al máximo los beneficios de las inversiones para el desarrollo de esta zona, con respeto al ambiente y a los derechos de las poblaciones indígenas y de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros, de lo contrario simplemente el gas habría sido una oportunidad perdida para la Macro Región Sur.
Fuente: Diario La Primera
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