.png "English"){kind=small}
Al distrito de Paratía, en la provincia de Lampa, se le conoce por ser cuna de los Ayarachis, una danza fúnebre que denota la tristeza del hombre andino por la muerte del inca. Es una localidad rica en cultura y extraordinarios paisajes naturales. En los últimos doce años, la minería formal, la actividad menos apreciada en el Altiplano, generó importantes cambios en este distrito ubicado a tres horas de la ciudad capital.
“En 1998, el pueblo estaba deshabitado. Solo quedaron 20 personas que vivían en menos de siete casas”, así recuerda Antonio Viscarra, un poblador oriundo.
En la actualidad, el número de pobladores en la capital distrital bordea los 800 y en todo el distrito 5.200 campesinos distribuidos en 14 comunidades.
Los comuneros regresaron cuando en la zona se instaló Ciemsa, que explota de socavones de la época colonial plomo, plata y zinc. La mayoría regresó por trabajo. Los comuneros abrieron la puerta a la minería de capitales peruanos. Pertenece al cusqueño Gerwer Campero Elías y Luis Palacios Valdivieso, natural de Lima.
“Aquí siempre hubo minería desde que llegaron los españoles. Cuando se estableció la empresa pedimos oportunidades para todos”, recuerda Antonio Supo, poblador de la zona.
Ciemsa emplea el 80% de habitantes en diversas actividades propias de la minería. “Otros se hicieron empresarios porque nos proveen bienes y servicios”, aseguró el intendente de la empresa, Ángel Cabello Victoria. Este programa de oportunidades ha permitido mejoras en sus condiciones. El ingreso per cápita por persona bordea los mil soles. El panorama era distinto antes que llegue la empresa. Los campesinos vivían con menos de cien soles. La bonanza se hace evidente en el uso de antenas parabólicas de televisión satelital y la apertura de todo tipo de negocios locales.
AFRONTARON PROTESTA
A pesar de los cambios generados y mantener empleada a un grueso de pobladores, Ciemsa ha enfrentado una paralización de 50 pobladores que se oponen a la empresa aduciendo una supuesta contaminación de sus campos. Los quejosos quemaron el campamento en abril de 2012. “Sus relaves están cerca al pueblo y hay contaminación”, aseguró Agustino Flores, del comité de lucha.
El Ministerio de Energía y Minas y Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), que efectuaron análisis de aire, suelo y agua, negaron esa posibilidad. Según Energía y Minas, la empresa reutiliza sus aguas, y por la técnica que utiliza no hay forma de que haya filtraciones. Armando Cáceres, gerente general de Ciemsa, cree que es injusta la acusación, porque constantemente son fiscalizados. Quienes denunciaron contaminación se olvidaron de este punto y ahora exigen que la empresa pague el 30% de sus utilidades como requisito para que permanezca en la zona.
“En 1998, el pueblo estaba deshabitado. Solo quedaron 20 personas que vivían en menos de siete casas”, así recuerda Antonio Viscarra, un poblador oriundo.
En la actualidad, el número de pobladores en la capital distrital bordea los 800 y en todo el distrito 5.200 campesinos distribuidos en 14 comunidades.
Los comuneros regresaron cuando en la zona se instaló Ciemsa, que explota de socavones de la época colonial plomo, plata y zinc. La mayoría regresó por trabajo. Los comuneros abrieron la puerta a la minería de capitales peruanos. Pertenece al cusqueño Gerwer Campero Elías y Luis Palacios Valdivieso, natural de Lima.
“Aquí siempre hubo minería desde que llegaron los españoles. Cuando se estableció la empresa pedimos oportunidades para todos”, recuerda Antonio Supo, poblador de la zona.
Ciemsa emplea el 80% de habitantes en diversas actividades propias de la minería. “Otros se hicieron empresarios porque nos proveen bienes y servicios”, aseguró el intendente de la empresa, Ángel Cabello Victoria. Este programa de oportunidades ha permitido mejoras en sus condiciones. El ingreso per cápita por persona bordea los mil soles. El panorama era distinto antes que llegue la empresa. Los campesinos vivían con menos de cien soles. La bonanza se hace evidente en el uso de antenas parabólicas de televisión satelital y la apertura de todo tipo de negocios locales.
AFRONTARON PROTESTA
A pesar de los cambios generados y mantener empleada a un grueso de pobladores, Ciemsa ha enfrentado una paralización de 50 pobladores que se oponen a la empresa aduciendo una supuesta contaminación de sus campos. Los quejosos quemaron el campamento en abril de 2012. “Sus relaves están cerca al pueblo y hay contaminación”, aseguró Agustino Flores, del comité de lucha.
El Ministerio de Energía y Minas y Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), que efectuaron análisis de aire, suelo y agua, negaron esa posibilidad. Según Energía y Minas, la empresa reutiliza sus aguas, y por la técnica que utiliza no hay forma de que haya filtraciones. Armando Cáceres, gerente general de Ciemsa, cree que es injusta la acusación, porque constantemente son fiscalizados. Quienes denunciaron contaminación se olvidaron de este punto y ahora exigen que la empresa pague el 30% de sus utilidades como requisito para que permanezca en la zona.
Recibió 8 mlls. por canon minera
José Luis Mamani es otro de los dirigentes que se opone a la presencia de la minería. Admite que la empresa ayudó en la instalación de energía eléctrica y agua potable para la población, pero sostiene que la contaminación mata todos sus esfuerzos. Cree que la empresa debe desembolsar sus utilidades para reivindicarse con los campesinos. Según Mejorando la Inversión Municipal (MIM), Ciemsa, por concepto de canon, aportó a Paratía más de 8 millones de soles desde el inicio de sus operaciones. Los montos están en función a la cantidad de producción y el precio de los metales. La labor minera donde Ciemsa extrae los minerales se llama el Cofre”.
Fuente: Diario La República
0 comentarios:
Publicar un comentario