La empresa estatal además expresó su preocupación por la seguridad en la zona gasífera de Camisea, al indicar que la presencia de remanentes terroristas complican los planes para aumentar el uso de ese recurso.
La estatal Electroperú planifica agregar cerca de 800 megavatios al sistema energético peruano con una nueva termoeléctrica y la posible expansión de la mayor hidroeléctrica del país, dijo su presidente, Jaime Hanza.
El funcionario también afirmó en el Foro de Reuters sobre Inversión en América Latina que la presencia de terroristas en la zona que alberga el yacimiento gasífero Camisea, complica los planes para elevar el uso de ese hidrocarburo y abastecer la creciente demanda local.
Perú es una de las economías de mayor crecimiento en Latinoamérica, pero analistas del sector energético han advertido que la demanda eléctrica podría superar a la capacidad disponible tan pronto como en el 2017.
Hanza agregó que el Gobierno peruano busca incrementar la oferta de energía en el sur del país, donde se impulsan grandes planes mineros. Una potencial escasez de electricidad preocupa a las empresas mineras, por lo que algunas ya comenzaron a construir sus propias hidroeléctricas.
El funcionario detalló que, de recibir el visto bueno del Gobierno, Electroperú invertiría asimismo unos 400 millones de dólares en la construcción de un segundo túnel para la hidroeléctrica del Mantaro, la mayor del país al proveer una tercera parte de la electricidad generada.
Este segundo túnel de 20 kilómetros abastecería una nueva planta, llamada Mollepata, agregando otros 600 megavatios, elevando la capacidad actual de esa planta de 1,000 megavatios.
Hanza afirmó que el plan también le permitiría a Electroperú inspeccionar el túnel existente, que fue examinado por última vez hace 40 años. “Estamos en una zona sísmica y en la que podría haber un siniestro mayor, y si este se diera estas dos centrales no servirían para nada si algo le pasa al túnel”, consideró.
Perú ha ido aumentando su dependencia de termoeléctricas para la generación de electricidad, en detrimento de las hidroeléctricas, desde que el consorcio Camisea liderado por la argentina Pluspetrol comenzó a explotar este yacimiento.
El gas de Camisea genera actualmente cerca de la mitad de la electricidad de Perú.
Pero estos yacimientos están ubicados en la boscosa zona conocida como el VRAEM, que sirve de guarida para los remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso que actúan en alianza con el narcotráfico.
“El problema de seguridad es un problema mucho más serio de lo que la gente piensa, la zona es muy difícil”, dijo Hanza.
El año pasado, rebeldes secuestraron a 36 trabajadores del sector gasífero, que luego fueron liberados.
El funcionario agregó que le preocupa que los problemas de seguridad puedan interrumpir los planes de Electroperú de construir una termoeléctrica de 150 millones de dólares y una capacidad de 200 megavatios en Quillabamba, en la sureña región de Cusco.
La planta estaría lista en el 2016, pero el funcionario dijo que para ponerla a funcionar posiblemente se requiera de un pequeño ducto de 90 millones de dólares que lleve el gas desde Camisea hasta la instalación. Hanza agregó que Electroperú espera por el visto bueno del Gobierno para este plan.
“Sería ridículo que nosotros terminemos una planta y porque no esté el gas no la hagamos funcionar”, precisó.
Fuente: Diario Gestión
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