martes, 28 de mayo de 2013

Foro Permanente debate Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas del 2014

Luego de un día feriado en Estados Unidos el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas reinició hoy su segunda semana de actividades con un debate sobre la denominada Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas que se realizará en New York el 22 y 23 de setiembre de 2014.




Consideramos oportuno compartir el artículo sobre el tema escrito por Tracey Castro Whare para el anuario “El Mundo Indígena 2013″ que edita el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA). 

Lo importante es que aclara un malentendido ampliamente extendido. Más que una verdadera Conferencia Mundial se trata de una sesión plenaria de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas. 

Como tal, estará sujeta a las reglas y procedimientos de la Asamblea General (AG) y a la interpretación de dichas reglas y procedimientos por parte de los Estados. 

En tal sentido las expectativas de participación de los pueblos son limitadas y en sectores del movimiento indígenas existe escepticismo por los resultados a obtener. 

Sin embargo, cabe advertir que nunca ha habido una reunión de la ONU a este nivel dedicada exclusivamente a los derechos de los pueblos indígenas. 

Como señala Tracey Castro, la reunión representa una oportunidad para sensibilizar a los Estados y “presionar por un mayor reconocimiento” de los derechos de los pueblos en el nivel internacional. 

A continuación el artículo de Tracey Castro Whare: 



La Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas 2014

Por Tracey Castro Whare*

El 16 de noviembre de 2010, la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución (A/C.3/65/L.22/Rev.1) para organizar una reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General que recibirá el nombre de Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas. La reunión se celebrará en Nueva York el 22 y 23 de septiembre de 2014.
El propósito de esta reunión es compartir perspectivas y buenas prácticas sobre la aplicación de los derechos de los pueblos indígenas, incluida la consecución de los objetivos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La reunión no es una verdadera Conferencia Mundial, como lo fue la Conferencia Mundial sobre Racismo de 2001, celebrada en Durban; más bien es una sesión plenaria de alto nivel de la Asamblea General que recibirá el nombre de Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas.
Como tal, estará sujeta a las reglas y procedimientos de la Asamblea General (AG) y a la interpretación de dichas reglas y procedimientos por parte de los Estados. Nunca ha habido una reunión de la ONU a este nivel dedicada exclusivamente a los derechos de los pueblos indígenas.
Por eso, hay grandes expectativas entre estos pueblos, tanto en términos de partici¬pación como de resultados. Hay también una buena dosis de escepticismo en relación con lo que realmente es posible conseguir. Dada la oportunidad que esta reunión representa para sensibilizar sobre los derechos de los pueblos indígenas y para presionar por un mayor reconocimiento de los mismos en el nivel internacional, los pueblos indígenas deberían utilizarla a su favor.


Primeras respuestas indígenas 

En respuesta a la resolución de la AG, los pueblos indígenas han desarrollado una serie de iniciativas dirigidas a garantizar que los pueblos indígenas puedan par­ticipar en esta reunión, tanto en el proceso preparatorio como en el posterior a la Conferencia. Por ejemplo, durante la 10ª sesión del Foro Permanente para las Cues­tiones Indígenas, el Parlamento Sami de Noruega se ofreció como anfitrión de una reunión preparatoria de los pueblos indígenas en junio de 2013, a fin de consolidar las estrategias y aportaciones indígenas. Los pueblos indígenas elaboraron un docu­mento conceptual subrayando las áreas principales a las que se debería prestar aten­ción para maximizar las oportunidades que ofrece esta reunión y, en enero de 2012, se llevó a cabo en Copenhague una reunión abierta de pueblos indígenas para el intercambio de ideas en vistas a la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas 2014. La reunión fue organizada por la Representación del Gobierno Autónomo de Groenlandia en Copenhague, el Parlamento Sami de Noruega y el Grupo Internacio­nal de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA). Asistieron 30 representantes indí­genas de todo el mundo y se invitó a expertos de la ONU. 

El resultado de la reunión de Copenhague fue una resolución que afirmaba la importancia de mantener los estándares establecidos en la Declaración de las Nacio­nes Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y proponía una serie de condiciones mínimas para la participación indígena en el proceso, incluido el nombra­miento por la ONU de un cofacilitador indígena, que trabajaría conjuntamente con el Embajador propuesto por los Estados, y la formación de un Grupo Coordinador Glo­bal Indígena (GCG). 

El GCG incluye a las siete regiones indígenas del mundo -Ártico, África, Asia, América Latina, América del Norte, el Pacífico y Rusia- además de representaciones de los caucus de mujeres y de jóvenes indígenas. Cada grupo tiene derecho a tener dos miembros en el GCG más un alterno. Los actuales miembros del GCG son: Jo­seph Ole Simel y Saoudata Aboubacrine por África, Hjalmar Dahl, John Henriksen y Sara Larsson (alterna) por el Ártico, Joan Carling, Binota Moy Dhamai y Ang Kaji Sherpa (alterno) por Asia, Florina López, Marta Sánchez y Nancy Iza (alterna) por América Latina, Kenneth Deer, Debra Harry y Art Manuel (alterno) por Norteamérica, Ghazali Ohorella y Menase Kaisiepo (alterno) por el Pacífico, Rodion Sulyandziga y Dmitry Berezhkov (alterno) por Rusia, Tarcila Rivera Zea, Alyssa Macy, Vicky Tauli- Corpuz (alterna) y Kamira Nait Sid (alterna) por el caucus de mujeres, y Tania Pario­na, Tomas Aslak Juuso y Eleanor Goroh (alterna) por el caucus de los jóvenes. El GCG tiene el apoyo de un Secretariado compuesto por Tracey Castro Whare e Inger Johanne Mudenia. 

La principal responsabilidad del GCG es realizar trabajo de lobby para la partici­pación plena y efectiva de los pueblos indígenas en el proceso preparatorio de cara a la Conferencia Mundial, durante la Conferencia misma y en el proceso posterior a la reunión. Otra tarea importante del GCG es conseguir fondos. Esto lo lleva a cabo el comité de financiación, además de los miembros del GCG de manera individual, para garantizar que se concrete el proceso preparatorio indígena. Los miembros del GCG también son responsables de diseminar información importante y oportuna en­tre sus regiones y caucus respectivos. Más información sobre el trabajo del GCG puede consultarse en www.wcip2914.org

Resolución de modalidades 

El 17 de septiembre de 2012, la AG adoptó una resolución de modalidades que esta­blece el marco principal de la Conferencia Mundial. 

Algunos elementos clave son: 

  • La reunión tendrá lugar en Nueva York el lunes 22 de septiembre y la tarde el martes 23 de septiembre de 2014. 
  • Habrá dos sesiones plenarias, una de apertura y otra de clausura. 
  • Habrá tres mesas redondas interactivas y un panel de discusión informal. 

La resolución de modalidades señala que los co-presidentes presentarán resúmenes de las mesas redondas y del panel de discusión en la sesión de clausura. Los parti­cipantes en las mesas redondas y en el panel de discusión informal incluirán Estados, agencias de la ONU, pueblos indígenas, sociedad civil e instituciones nacionales de derechos humanos. 

Audiencia interactiva 

La resolución de modalidades pide al presidente de la Asamblea General que antes de junio de 2014 organice una audiencia informal interactiva para proporcionar apor­taciones al proceso preparatorio. Se alienta a la participación de los pueblos indíge­nas, las agencias de la ONU, las universidades, las instituciones de derechos huma­nos, los parlamentarios, la sociedad civil y los Estados. 

Documento final 

La resolución de modalidades señala que la reunión debería tener como resultado un documento final orientado a la acción. El presidente de la Asamblea General prepa­rará una propuesta de texto basándose en las consultas mantenidas con los Estados y los pueblos indígenas. El presidente tendrá también en cuenta las aportaciones resultantes de los procesos preparatorios y de la audiencia interactiva. Se pondrá en marcha un proceso de consulta para proporcionar aportes al documento para que posteriormente pueda ser debidamente considerado por los Estados y pueda acor­darse en la Asamblea General antes de la reunión misma. 

La resolución menciona especialmente la participación de los pueblos indígenas en los siguientes términos: 

  • 3 representantes indígenas intervendrán en la sesión de apertura; 
  • Las mesas redondas informales y la sesión del panel interactivo serán co-presididas por representantes de los Estados y de los pueblos indígenas; 
  • La acreditación de las organizaciones e instituciones indígenas para la reu­nión se basará en las prácticas existentes, como los procedimientos de acre­ditación utilizados por el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas; 
  • Los Estados deberán considerar la inclusión de indígenas en sus delegacio­nes; 
  • Hay una mención especial a la participación de mujeres, jóvenes, ancianos y personas indígenas con discapacidad; 
  • Los pueblos indígenas podrán participar en la audiencia interactiva informal; 
  • Los pueblos indígenas serán consultados en la preparación del documento final en dos formas: primero se pedirá su aporte en los procesos preparato­rios y luego a través de un proceso de consulta; y 
  • Se alienta a los pueblos indígenas a diseminar los resultados de sus confe­rencias internacionales, regionales y temáticas. 

Lo que esperaban los pueblos indígenas de la resolución de modalidades es que hi­ciera efectivos los derechos consagrados en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Esto suponía un proceso de acreditación que atendiera a los gobiernos indígenas, tanto tradicionales como contemporáneos, además de las mu­chas formas en que los pueblos indígenas se organizan colectivamente. Junto a esto, se esperaba que la participación de los pueblos indígenas en la reunión no se viera restringida, sino que se aplicase el derecho a la participación plena y efectiva en la adopción de decisiones que les afecten. Dado que la resolución de modalidades se negoció dentro de los límites de las reglas y procedimientos de la Asamblea General, algunos Estados decidieron aplicar una interpretación estricta de dichas reglas y pro­cedimientos, concediéndoles más importancia que a los derechos consagrados en el Declaración. 

El GCG se reunió con Estados en Nueva York durante las negociaciones de la resolución de modalidades. Dado que la adopción de decisiones no corresponde a los pueblos indígenas sino solamente a los Estados, la única opción estratégica y viable era ejercer presión sobre ellos. El GCG relizó trabajo de lobby para conseguir un texto que respondiera a las opiniones y posiciones expresadas por los pueblos indígenas. Su presencia y activa participación en el proceso proporcionó, además, una oportunidad para ver cómo se estaban posicionando los Estados en relación con la aplicación de los derechos de los pueblos indígenas en el sistema de la ONU. A la vez que se buscaba respetar estos derechos, el GCG vio claramente que las tensio­nes políticas generales y la reluctancia de algunos Estados de dar un significado real a los derechos de los pueblos indígenas, iban a ser factores esenciales. El texto es­pecífico elaborado por el GCG, que reflejaba todas las formas en que los pueblos indígenas han decidido organizarse a sí mismos, fue omitido. Asuntos políticos nacio­nales, como el rechazo de China hacia la independencia de Taiwán, el deseo de los EE.UU. de incluir sólo tribus reconocidas federalmente, y la posición de Rusia de no querer reconocer derechos de los pueblos indígenas en el ámbito de la Asamblea General, influyeron en las negociaciones de la resolución de modalidades. A pesar de estos desafíos, el GCG siguió pidiendo un texto que expresara firmemente su inclu­sión. Este trabajo ayudó a John Henriksen y al embajador mejicano de Alba, – en su rol como co-facilitadores del presidente de la Asamblea General- para plantear un texto más enérgico y para rechazar las propuestas de enmienda más negativas. 

Tras la adopción de la resolución de modalidades hubo algunas organizaciones y pueblos indígenas que expresaron su descontento con los contenidos, señalando que estaba por debajo de los derechos reconocidos en la Declaración y, por tanto, limitaba el derecho de estos pueblos a la participación efectiva. Pero la mayoría de las opiniones expresadas por los miembros del GCG señalaban que, aunque hubieran preferido una resolución de modalidades más fuerte, se podía trabajar con el texto adoptado. 

Procesos indígenas preparatorios 

El GCG ha elaborado una hoja de ruta que señala posibles actividades hasta la Con­ferencia Mundial. Está claro que los pueblos indígenas necesitan reunirse y elaborar estrategias. Para eso, cada región y los dos caucus han acordado realizar reuniones preparatorias con el objetivo de poner en común sus preocupaciones, recomendacio­nes y posibles temas para la reunión. Se ha planificado también una reunión global de pueblos indígenas en Alta, Noruega, del 8 al 13 de junio de 2013. Intentará reunir las declaraciones de todas las regiones y caucus y crear una plataforma común en la que estén de acuerdo todos los pueblos indígenas como colectivo. Esta plataforma común puede luego utilizarse para hacer trabajo de lobby a favor de recomendacio­nes y resultados específicos en el documento final de la Conferencia Mundial. 

Trabajo futuro 

En 2013 se celebrarán las reuniones indígenas regionales y de caucus que aún no han tenido lugar. Se celebrará también la conferencia indígena preparatoria en Alta, Norue­ga, y el gobierno mexicano se ha ofrecido para celebrar una reunión regional para América Latina que incluirá tanto a pueblos indígenas como a Estados. La ONU debe nombrar una Secretaría que será responsable de organizar la Conferencia Mundial. Es muy posible que incluya a la Secretaría del Foro Permanente para las Cuestiones Indí­genas, a la oficina del presidente de la Asamblea General y del vice secretario general. Hasta la fecha, los pueblos indígenas han sido más organizados y activos en su prepa­ración de la Conferencia Mundial que los Estados o la ONU, a pesar de las dificultades financieras para hacer un trabajo global. La ONU debe priorizar los recursos para que esta reunión se celebre. Esto exigirá una presión constante por parte de los pueblos indígenas para garantizar que la reunión sigua siendo una prioridad. 

Opiniones indígenas 

Aunque la Conferencia Mundial puede ser una oportunidad para crear sensibilidad sobre los derechos de los pueblos indígenas e incidir a favor de su más amplio reco­nocimiento, los pueblos indígenas no se engañan pensando que puede responder a todos sus problemas o necesidades. Muchos años de experiencia en la ONU les han enseñado que la ONU, por sí sola, no puede garantizar la aplicación de los derechos y el acceso a la justicia, pero está claro que esta reunión debe aprovecharse al máxi­mo. Es el momento de comprobar si los Estados van a aplicar la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en la práctica en el nivel internacional, tanto en la organización de la reunión como en sus resultados sustantivos.
*Tracey Castro Whare, relator del Grupo Coordinador Global Indígena. E-mail: traceycastrowhare@gmail.com


Fuente: SERVINDI

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