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“El problema de seguridad es un problema mucho más serio de lo que la gente piensa, la zona es muy difícil”, dijo Jaime Hanza, presidente de Electroperú.
El funcionario agregó que le preocupa que los problemas de seguridad puedan interrumpir los planes de Electroperú de construir una termoeléctrica de US$ 150 millones y una capacidad de 200 megavatios en Quillabamba, en el Cusco.
La planta estaría lista en el 2016, pero el presidente de la empresa estatal dijo que para ponerla a funcionar posiblemente se requiera de un pequeño ducto de US$ 90 millones que lleve el gas desde Camisea hasta la instalación.
Hanza agregó que Electroperú espera por el visto bueno del Gobierno para este plan. “Sería ridículo que nosotros terminemos una planta y porque no esté el gas no la hagamos funcionar”, precisó.
Fuente: Revista Oro Negro
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