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| Foto: EFE/Paolo Aguilar |
El ministro peruano de Medio Ambiente, Manuel Pulgar, ha afirmado que en muchas ocasiones los acuerdos internacionales en el ámbito del medio ambiente "no casan" con los intereses comerciales de los países.
Pulgar intervino este lunes en una mesa redonda sobre políticas medioambientales que ha tenido lugar en el Foro de la Sostenibilidad que, apoyado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) inauguró en Madrid el Príncipe Felipe de Borbón.
En su intervención, el responsable peruano de Medio Ambiente aseguró que los principios generales que instauró la Cumbre sobre el Clima de Río de Janeiro en 1992 han demostrado ser más eficaces que los convenios internacionales posteriores.
Ley "blanda"
Esos principios han actuado como una especie de "ley blanda" para la comunidad internacional, sin necesidad de que sean de obligado cumplimiento.
Partidario de que los gobiernos se fijen metas de desarrollo sostenible, Pulgar defendió que los países sean soberanos con sus recursos, porque "antes el que tenía capital se los quedaba".
A juicio del ministro peruano, la única ventaja que ha aportado el cambio climático ha sido que los eventos extremos, como olas de calor o desastres naturales, han creado más conciencia entre los gente que los discursos de los políticos.
Se felicitó por el hecho de que ahora, cuando se discuten estrategias de desarrollo económico, los conceptos medioambiental y de sostenibilidad están presentes.
"¿Cómo generamos beneficio a la gente?", se preguntó el ministro, para quien en la actualidad la clave está en la política de inclusión y las alianzas con empresas e instituciones.
En el caso concreto de su país, dijo que hay paradojas como que en algunas localidades la gente pida una plaza de toros cuando ni siquiera hay una planta de tratamiento de aguas, mientras en otros casos hay que entender la peculiaridad de pueblos indígenas, que ven pueden ver como sagrada una montaña en la que se proyecta hacer pasar una carretera.
En este punto defendió la Ley de Consulta Previa, promulgada en 2011, como mecanismo de diálogo intercultural.
La población pide ahora un Estado que arbitre y que sea garante, según Pulgar, quien se mostró favorable a políticas de inclusión focalizadas, que fomenten la actividad económica y la inversió.
Fuente: EFEverde
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