miércoles, 22 de agosto de 2012

El Gasoducto Andino del Sur recién se ejecutaría en el 2015



Planta desde donde se extrae el gas natural que ya dota de energía y gas barato en Lima, pero que aún no llega al Cusco ni a la zona sur del país.
En marzo pasado el presidente Ollanta Humala anunció que las obras del Gasoducto Sur Andino (GSA) debían empezar a mediados de este año. El proyecto consistía en tender una tubería desde los pozos de Camisea y cruzar el sur andino llevando el gas a más de 16 ciudades, desde el Cusco hasta Tacna.
Era la oportunidad de oro para revolucionar esta zona del país, coincidían autoridades, empresarios y sociedad civil. Con el gasoducto se debía abastecer petroquímicas, fabricación de plásticos y fertilizantes usando los componentes del gas (metano, etano, etc). Solo en esta industria se estimaba una inversión de US$ 16 mil millones.

El proyecto también alcanzaba el consumo doméstico, vehicular e industrial, y que las fábricas cambien de matriz energética y funcionen con energía barata para reducir sus costos de producción.

Sin embargo, en el mensaje presidencial del 28 de julio, el mandatario echó sombras al proyecto. Al menos esa fue la percepción de los presidentes regionales de Arequipa, Cusco y los legisladores del sur.

Humala anunció la construcción de un ducto que llevaría etano desde Pisco al sur para el polo petroquímico que se instalaría en Ilo o Matarani, puertos de Moquegua y Arequipa, respectivamente.

El gas natural está compuesto de 90% de metano y 8% de etano. Este último componente es útil para la petroquímica, que por falta de demanda se quema con el metano en Pisco.

El presidente Humala precisó que este proyecto es complementario con el Gasoducto Sur Andino. No dijo más. Los detalles vinieron después tras las presiones de los jefes de región y parlamentarios que cuestionaron el ducto costero.

Para ellos se daba prioridad al polo petroquímico y se ignoraba la masificación (consumo doméstico, vehicular e industrial). También se confirmó que el Estado no participaría en la construcción del primer tramo del ducto andino, Las Malvinas- Quillabamba, y convocará a una licitación para hacer una ruta alternativa al gasoducto sur andino que lo ejecuten los privados.

El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, en reiteradas oportunidades, precisó que el Gasoducto Sur Andino va. Dijo que la empresa debía reevaluar el proyecto, trabajo que se prolongaría hasta marzo del 2013.

Sin embargo, las dudas volvieron después de una reunión convocada por 13 congresistas del sur con la empresa Kuntur-Odebrecht, el concesionario. 

La primera conclusión es que el proyecto tiene para rato. Inicialmente el gas debía llegar al sur el 2014. Con la nueva coyuntura, debería estar el 2017 siempre y cuando haya un acuerdo entre el Gobierno y Kuntur.

Uno de los asistentes, el legislador moqueguano Vicente Antonio Zeballos, dijo que los empresarios de Kuntur están sorprendidos con el cambio de planes del gobierno (ducto de la costa y el retiro para financiar el primer tramo).

En esa reunión, los empresarios también informaron de un encarecimiento del gasoducto. Cuando Kuntur obtuvo la concesión en el 2008 el proyecto estaba tasado en US$ 1.200 millones. Ahora cuesta US$ 5.616 millones. El alza tiene varias razones. Se considera una ampliación del diámetro del tubo, que a lo largo de los más de 1.085 kilómetros del recorrido será de 30 pulgadas. Se usará 68% más de acero, que encareció en el mercado internacional.

De igual forma se consideró un ramal hacia Tacna. Y se implementará un poliducto.

El volumen de la inversión, y sin el Estado como partícipe, obliga a solicitar un crédito bancario. El trámite demoraría unos dos años. Está sujeto a la certificación de las reservas del gas en Camisea, garantía de que el proyecto es viable y se devolverá el dinero. Este proceso demora dos años.

El gasoducto andino necesita como mínimo cinco trillones de pies cúbicos de gas para garantizar su viabilidad. Aparentemente con el abastecimiento no habría problema, sino con la palanca financiera.

El congresista Juan Carlos Eguren advirtió que el ducto de la costa merma el interés de invertir en el Gasoducto Andino. Explicó que el ducto de la costa en el sur es cuestionado desde el 2004. Suez Energy quería desarrollar ese proyecto y fue descartado porque se temía que el destino final del combustible sea Chile.

No queremos mecidas

Vicente Zeballos percibe que el gobierno los está meciendo, pese a las afirmaciones contrarias desde el Ejecutivo. Comentó que hay mucho cálculo político.

Advirtió que el gasoducto se concretará después del 2016, cuando Humala ya no esté en el poder.
Sin embargo, las cosas tampoco son simples para el ducto de la costa. Solo la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental y su aprobación demoraría unos dos años. Por lo pronto se han lanzado algunos globos de ensayo, como el deseo del Cusco de hacer un ramal solo hasta la Ciudad Imperial, iniciativa interesante, pero que quiebra la unidad de la Macro Región Sur.

Sigue siendo viable

El presupuesto que presentó la empresa Kuntur, de propiedad de Odebrecht, al gobierno para la construcción del primer tramo de Gasoducto Sur Andino, desde Camisea hasta Quillabamba, tenía una incertidumbre del 50%.

Así lo señaló el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, quien precisó que en un inicio este proyecto iba a ser financiado con un crédito puente del Estado de US$ 1.200 millones, lo que se descartó tras la auditoría de la Corporación Andina de Fomento (CAF) que determinó que el presupuesto de Odebrecht era variable y no definitivo.

"El valor que obtuvimos tenía una incertidumbre del 50%", sostuvo Merino durante su exposición ante el Congreso el pasado lunes.

Precisó que por esta situación, el gobierno decidió que la construcción del primer tramo del Gasoducto Sur Andino se realice por concurso público a través de una licitación.

"Ante este hecho, lo que hemos optado es hacer un concurso, por seguridad energética, y asegurar el primer tramo de la Selva a Quillabamba, lo cual va a permitir, primero, la construcción de una planta térmica de 200 megavatios en Quillabamba, y por otro lado dar redundancia a la tubería que viene a la costa", dijo.

Merino dejó en claro que el referido proyecto sigue siendo viable.

"El tema de la certificación va a depender de Repsol, que ya nos ha anunciado que ha encontrado nuevas reservas y en setiembre van a anunciar el número. Y con Petrobrás está sucediendo lo mismo", manifestó.


El viernes habrá nueva reunión con el ministro de Energía y Minas

Los congresistas del sur demandaron transparencia. Advierten que el ducto de la costa pone en riesgo el proyecto integral de llevar gas por la sierra sur. Incluso existe el temor de que el etanoducto se quede en Pisco, porque no se justificaría que el ducto se extienda a Arequipa o Matarani.

En ese sentido, consideran urgente sostener una reunión con Jorge Merino, ministro de Energía y Minas, que se llevaría a cabo el viernes. "Exigimos transparencia, información con certezas, no más mecidas", anotó José Luis Eguren.

Los temores que expresaron los legisladores fueron advertidos desde la semana pasada por Manuel Dammert, quien alertó que el nuevo proyecto del Ejecutivo "descuartizaba el Gasoducto Sur Andino", un proyecto integral que propone atender la demanda doméstica, vehicular e industrial, y la petroquímica.
Consideró además que el gobierno buscaba dividir al sur. Sin embargo, los congresistas están comprometidos a trabajar juntos.

En cifras

1.350 millones de dólares fue el costo inicial para la ejecución del Gasoducto Sur Andino (GSA) que debería llevar el gas natural a los hogares e industrias de esta parte del país.

5.616 millones de dólares es la última valorización, incluidos el gasoducto y el poliducto, que transporta el gas y los líquidos de gas para la zona sur andina del Perú.

Claves

Durante la campaña electoral, Ollanta Humala prometió ejecutar el Gasoducto Andino del Sur. Ante ello, la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco anunció medidas de fuerza contra el gobierno si es que no cumple.

Las organizaciones sociales esperarán hasta el 5 de setiembre ya que exigen gas barato para su provincia porque en algunos distritos alejados el balón de gas llega a costar S/. 60.

ENFOQUE

Existen otras opciones para masificar gas

Rafael Laca
Experto en temas de energía

En caso no llegue a lograrse la construcción del Gasoducto Sur Andino, el gobierno está licitando a una empresa con la finalidad de que masifique el uso del gas en lo doméstico y vehicular no solo en el sur sino también en el norte del país.

Esta medida ayudaría a crear un mercado de gas natural y con el transcurrir de los años habrá más demanda del hidrocarburo, lo que podría incentivar la construcción del gasoducto sur andino.

La otra posibilidad es que a través del gasoducto andino se construyan centrales termoeléctricas a gas en el sur y se venda como valor agregado a Chile, es decir, que con el gas se genere energía eléctrica y a través de las líneas de transmisión se le podría vender energía procesada a dicho país.

La otra opción es simplemente venderle gas a Chile pero no del Lote 88, sino de algún pozo privado con el objetivo de que se generen ingresos para el país.


Fuente: Diario La Republica

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