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El Gobierno Regional Cusco (GRC) espera con optimismo que el presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén, oficialice su decisión de no usar las aguas del río Apurímac para poner en marcha el proyecto agroenergético Majes Siguas II. La semana pasada, Guillén sostuvo que Arequipa construiría una presa (Sibayo) en la cuenca del río Colca para materializar su ansiado proyecto. Sin embargo, también dijo que no renunciaban al agua del Apurímac y que la presa de Angostura sería para una tercera etapa de Majes.
Una vez que se firme un acta ratificando esa propuesta, el GRC tiene planeado usar las aguas que iban a ser embalsadas en la represa de Angostura, para mover las turbinas de varios proyectos hidroeléctricos entre grandes centrales y minicentrales. En cartera tiene cerca de una decena de proyectos.
“Hemos enviado un documento a la PCM para que nos convoque y se tangibilice la renuncia de Arequipa a las aguas del Apurímac”, refirió Acurio Tito. Incluso dijo que, en caso se concrete tal decisión, Cusco pedirá que la PCM demande al Tribunal Constitucional que archive el fallo que ordenó hacer un nuevo estudio de balance hídrico integral para determinar si el caudal del río Apurímac alcanza para Majes II y las demandas de Espinar.
PROYECTOS EN CARTERA
El equipo técnico del Plan Energético Regional Cusco ha calculado en mil 884 megavatios (Mw) el potencial teórico de la cuenca del río Apurímac, solo en el tramo que atraviesa por la región imperial.
Daniel Maraví Vegacenteno, gerente de Desarrollo Económico del GRC, sostuvo que la ejecución de los proyectos hidroeléctricos requerirán una inversión de 566.1 millones de dólares.
“En estos proyectos grandes se debe invitar a la inversión privada y también puede haber participación de los municipios. Las grandes centrales se concesionarán. Nuestra posición es hacer grandes centrales de energía eléctrica, lo que abarataría el costo del servicio actual”, dijo.
Fuente: Diario La República
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