El emporio de minería informal quiere cambiar mala reputación

El pueblo de Secocha se ha ganado una mala reputación. Su nombre es sinónimo de delincuencia, prostitución, venta ilegal de explosivos y mercurio. Todo ello, movido por la minería informal. Secocha empezó a poblarse el 2004, con una invasión de mineros artesanales. Pertenece al distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, de la provincia de Camaná, en Arequipa.

Actualmente, es habitado por más de 4 mil mineros y es el emporio comercial de los seis centros poblados de Mariano Nicolás Valcárcel, dedicados a la actividad de extracción. Aquí se abastecen de alimentos, ropa, explosivos, químicos y todo lo necesario para producir oro.

Debido a la concentración de pobladores, se cree incluso que Secocha es la capital del distrito, más no Urasqui, que tiene apenas 300 habitantes. Está a cuatro horas y media de Camaná. Los pocos sembríos que quedan son cultivados por algunos pobladores.

El gobernador de Nicolás Valcárcel, José Santos Villalobos, acepta que la informalidad le ha ganado a las autoridades civiles y policiales en Secocha. Explica que en este lugar hay todo tipo de personas. "Aquí llegan de Cusco, Arequipa, y Puno, en busca de trabajo. Recuerdo que el 2004 solo fuimos 205 personas las que invadimos los terrenos denunciados por la empresa minera Caravelí. Ahora son más de 4 mil personas las que trabajan".

SIN SEGURIDAD

En Secocha hay un local de la Municipalidad de Nicolás Valcárcel, un puesto de salud y un colegio. Además, existe una presencia policial reducida, solo dos de los doce efectivos policiales que hay en el Puesto de Auxilio Rápido de Urasqui, prestan servicio en este lugar en el día y parte de la tarde. 

Pobladores de Secocha narraron a La República que es imposible vivir en paz en este pueblo. Explican que, a partir de las seis de la tarde, que empieza a oscurecer, los delincuentes hacen feria. Asaltos y peleas callejeras son comunes en las noches de Secocha. Además, las trabajadoras sexuales se adueñan de las principales calles de este poblado, también de las cabinas de internet, bares, centros de juego, billares, entre otros. 

Juana, mujer de 52 años, responde con recelo cuando se le pregunta sobre la realidad de Secocha. "Aquí se ven putas todo el día", dice con rabia. "Solo hay que preguntar para encontrar", agrega mientras se aleja por la calle 13 de Mayo. 

Por su parte, trabajadores de salud y del municipio de Nicolás Valcárcel, y los efectivos policiales, señalan que estas mujeres no son de los poblados cercanos a Secocha. "Vienen del norte, de Arequipa, Puno, Cusco. Las que siempre están aquí son las más paisanitas. Los fines de semana y las fechas cuando los mineros bajan de los socavones se ven mujeres costeñas, más blanconas, que vienen a prostituirse".

ASOCIACIONES DE BARES

Asimismo, en Secocha, hay dos asociaciones de cantinas, bares, restaurantes y otros, que buscan que el municipio de Nicolás Valcárcel las formalice. Ambos grupos están encabezados por Reynaldo Carcasi y Olga Taco. Estos buscan la legalización de la venta de alcohol, en base a la Resolución de Alcaldía 187-2010, donde el reelecto alcalde Helarf Portocarrero, autorizó en la zona de La Curva (a diez minutos a pie de Secocha), se instalen bares y cantinas. 

Es en esta zona donde en enero de este año quemaron más de una decena de bares y prostíbulos. Los pobladores de Secocha tomaron esta decisión debido a las continuas muertes. En menos de una semana se encontraron tres cuerpos tirados en el río Ocoña, que se ubica a 100 metros de los bares. 

Para evitar la proliferación de bares y casas de citas, el municipio de Nicolás Valcarcel habría emitido una ordenanza municipal, que ordena el cierre de todos los bares en Secocha. Ante ello, están programando para los próximos días operativos para realizar el cierre de estos antros. Empero, solo será un retiro del pueblo hasta las afueras del mismo. Sería en La Curva.

UN PUEBLO DE ORO

Cada minero en Secocha extrae un gramo de oro al día. Este es separado de la piedra en un 40% a través del proceso de molienda en quimbaletes. El 60% de material restante (relave) es enviado en camiones a las plantas moledoras que existen en Chala. Especialistas de la Gerencia de Energía y Minas, indicaron que son cerca de 6 kilos diarios de oro que se extraen en más de 150 labores (socavones) donde trabajan más de 4 mil mineros.

Fuente: Diario La República

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