Son varios los documentos suscritos con ocasión de la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible Río +20 que consideramos de importancia releer y compartir; y así lo seguiremos haciendo, poco a poco, como es el caso de la siguiente declaración de jóvenes latinoamericanos que nos proporciona una visión humanista y comprometida que se nutre y reacciona ante los grandes problemas actuales que aflige a la humanidad.
Declaración de lxs jóvenes latinoamericanxs para el Buen Vivir. Hacia Río +20 y la Cumbre de los Pueblos…

Reconocemos que:
Los saberes, prácticas y cosmovisiones de nuestras culturas originarias están en peligro de desaparecer y ser subsumidas por el actual sistema mundial mono cultural, que pretende universalizar desvalorizando todo lo proveniente de los pueblos indígenas y tradicionales.
El sistema económico capitalista está en crisis, puesto que sus fases de extracción, producción, consumo y descarte es incompatible con la capacidad de regeneración de la naturaleza, es también incompatible con la vida y la naturaleza considerando a ésta última como un objeto convirtiéndola en recursos naturales que deben ser explotados.
Tras la realización de Conferencias, Acuerdos, Protocolos y demás instrumentos internacionales en torno a la problemática del cambio climático y sus efectos, el compromiso político no ha llegado a concretizar acciones que contrarresten estas consecuencias del actual sistema económico, lo que ha llevado a los acuerdos al fracaso.
Así mismo los principales causantes del cambio climático se resisten a firmar los acuerdos y comprometerse con estos, para no afectar sus intereses económicos.

En nombre del desarrollo económico muchos gobiernos han impuesto políticas que responden a los intereses de las transnacionales, corporaciones y empresas entre otros grandes grupos económicos a través de la militarización, privatización de la Madre Tierra, desplazamientos humanos forzados, entre otras acciones violentas que violan los derechos de los pueblos. Este sometimiento termina afectando directamente su soberanía.
En nuestros Estados el modelo de desarrollo capitalista sólo ha servido para beneficiar económicamente a una pequeña parte de la población, sosteniendo grandes alteraciones ambientales que afectan a todas las formas de vida. Estos efectos son especialmente perjudiciales para los sectores de la población que cuentan con menos recursos para hacer frente a estas problemáticas, siendo la mayoría.

El sistema ha cimentado, en las instituciones de la sociedad: el individualismo competitivo entre seres humanos debilitando el sentido de comunidad, familia y la valorización del género femenino; el consumismo que va más allá de las necesidades de las personas; y el antropocentrismo que fomenta una relación de poder para dominar y destruir nuestro entorno .
Frente a estas principales problemáticas que nos afectan a todos los seres vivos, especialmente a niños, niñas y jóvenes, asumimos un rol activo como agentes de cambio necesario para nuestros pueblos, nos posicionamos, demandamos y proponemos lo siguiente:
Frente al sistema en crisis, debemos garantizar la recuperación, fortalecimiento y transmisión de los conocimientos, buenas prácticas, valores y cosmovisión de las culturas ancestrales, ya que éstas no se han perdido totalmente. Esta opción nos aporta herramientas para la soberanía de los pueblos construyendo un Buen Vivir.
Frente a la amenaza hacia la biodiversidad, nuestra opción es el camino del Buen Vivir. Esta forma de vida contempla a la Madre Tierra como una entidad que provee, pero que también tiene su propia espiritualidad. Le decimos no al consumo desenfrenado, no a la contaminación de nuestra Madre Tierra, y no a una explotación irracional de los recursos.
Nosotros defendemos que la sociedad civil debe asumir una posición activa sobre los temas políticos que afectan nuestras vidas. De esta forma, nosotros como niños, niñas y jóvenes debemos organizarnos para ser escuchados, participar en espacios de toma de decisión y ser tomados en cuenta en la generación de políticas públicas como actores sociales.
Para generar un cambio no es suficiente una economía verde. Esta propuesta solo afecta algunos elementos de nuestra sociedad. Nuestra propuesta es que los cambios deben ser en las bases del modelo económico que estamos practicando.
Rechazamos toda forma de violencia, especialmente las que sufren nuestros pueblos para entregar las tierras, el agua y la energía a manos de privados para su explotación. Aún más cuando esa violencia es a través de la militarización de las zonas en disputa. En nombre del desarrollo económico han ocurrido muchos casos de vulneración de los Derechos Humanos y de la Madre Tierra, tales como desplazamientos forzados, uso de la fuerza militar para resolver conflictos en nuestras comunidades, y también la explotación de la Madre Tierra por intereses económicos. En base a lo que fue dicho, proponemos procesos de concientización de las comunidades y organización a partir de sus propios contextos culturales.


Exigimos a los gobiernos del mundo asumir acciones inmediatas para restaurar una relación armoniosa con la naturaleza, a través del respeto a la diversidad cultural, identidad y soberanía de los pueblos, garantizando mecanismo reales de participación de la sociedad civil.
Los niños, niñas y jóvenes hacemos un llamado a los gobiernos, movimientos sociales y organizaciones para unirnos y emprender acciones conjuntas de participación, movilización e incidencia para alcanzar un Buen Vivir.
Agradecemos a la Madre Tierra por la oportunidad de permitirnos hacer este trabajo como hijos llenos de amor, luchemos por la vida!
Praia Grande – SP. Brasil, 17 de Junio de 2012.
Fuente: SERVINDI
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