lunes, 1 de julio de 2013

Bahuaja Sonene Paraíso terrenal del Perú

Foto: Correo Puno
Un feriado largo de 4 días, es tiempo suficiente para realizar una travesía inolvidable. Puno es usualmente conocido por el Lago Titicaca y sus encantadoras islas; sin embargo, la región alberga un sinnúmero de atractivos arqueológicos y naturales, uno de ellos es el Parque Nacional Bahuaja Sonene. 

Ubicado al sureste del Perú, entre las provincias de Carabaya y Sandia en Puno, su extensión abarca también la provincia de Tambopata en la región Madre de Dios; cuenta con un área de 1 millón noventa y un mil cuatrocientas dieciséis hectáreas; el parque, es uno de los más grandes espacios geográficos naturales de Sudamérica, su biodiversidad y especies salvajes lo convierten en fuente de vida para la humanidad y el planeta. 

Para conocerlo, partimos desde la ciudad de Juliaca con destino a la provincia de Sandia, después de 5 horas en bus y 4 en camioneta, cruzando el gélido altiplano puneño por vía asfaltada, llegamos hasta nuestra primera escala. Sandia; una cálida ciudad, donde podemos encontrar restaurantes para comer algo y continuar el viaje hasta el distrito de San Pedro de Putina Punco, ubicado a tan solo 4 horas de viaje.

Bahuaja Sonene, son términos provenientes de la lengua ceja, hablada por los primeros pobladores selváticos de esta parte del país, Bahuaja es el nombre que le daban los aborígenes al río Tambopata y llamaban Sonene al río Heath, la denominación surge por la unión de estos ríos al inicio del Parque Nacional. 

Despertar a las proximidades del parque es como ingresar en otro mundo. Así como navegar por las aguas del Río Tambopata haciendo Rafting rodeado de naturaleza viva; por esta ruta se puede llegar hasta Puerto Maldonado en 8 días, apreciando en el camino al escurridizo Oso de Anteojos, al temido Jaguar rey de los Bosques y una infinidad de especies endémicas. 

Otro de los lugares de singular encanto, es la explanada de piedras en el sector Paujil Playa, desde sus orillas bañadas por el Río Tambopata, se aprecia el Puerto San Fermín del vecino país de Bolivia, donde se puede cruzar sin mayor dificultad; siendo así fuimos hasta el lugar donde encontramos un poblado de 69 amables comuneros, dedicados al sembrío del café y la hoja de coca.

Caminar por la espesura de la selva es rencontrarnos con lo que somos y no queremos reconocer, animales de carne y hueso, dependientes del agua y de los productos de la tierra; llegar al monte virgen, es inundar los oídos de sonidos naturales y la vista de multicolor; aquí no encontramos nada que el hombre haya creado, solo frutos que generosamente ofrece la "Pachamama". 

Después de hacer un extenso recorrido por los alrededores del Bahuaja Sonene, el cansancio se amilana y sientes el vigor que transmiten la multitud de especies que te ven pasar. 

En el Parque, se han catalogado más de 10 mil especies distintas de árboles y plantas, por todas sus vertientes que descienden del Altiplano circula energía. 

En el último ingreso realizado por los guardaparques se logró registrar la impresionante suma de 365 nuevas especies de animales.Toda una maravilla.


Fuente: Diario Correo

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