lunes, 15 de julio de 2013

Parque Nacional Bahuaja Sonene: Vacaciones en la selva puneña

Foto: Internet
Hay un viejo dicho, antes de conocer el mundo primero conoce tu país y antes de conocer tu país, conoce tu región; así que nos fuimos a la selva puneña, específicamente al Parque Nacional Bahuaja Sonene, ubicado entre las regiones de Puno y Madre de Dios.

Esta área protegida alberga el 20% de la riqueza amazónica del país. La región Puno está conformada por un 2.2% de ceja de selva que comprende 16 mil 810 kilómetros cuadrados y corresponde a las provincias de Sandia y Carabaya, que limitan con la provincia de Tambopata en Madre de Dios.

Para el país representa 1.3% de la amazonia, ahí está una de las áreas protegidas por el Estado, el Parque Nacional Bahuaja Sonene, que tiene una extensión de 1 millón 91 mil 416 hectáreas, el espacio está conformado por el ex Santuario Nacional Pampas del Heath y una pequeña parte de la Zona Reservada Tambopata - Candamo (ZRTC).

El clima y su altitud favorecen una mayor biodiversidad, representando el 20% de riqueza de flora y fauna en el Perú; donde se han registrado 10 mil especies distintas de árboles y plantas, 174 especies de mamíferos, 570 de aves, 100 de reptiles y anfibios, 232 de peces, además de 1200 especies de mariposas. 

Sin embargo, el crecimiento de la población y el ingreso de nuevos residentes a las poblaciones más cercanas a la reserva, dedicadas a actividades de agricultura, tala y minería y sobre todo los residuos sólidos, son amenazas latentes que dañan el ecosistema del Parque Nacional Bahuaja Sonene.

Fredy Quispe Colquehuanca, es uno de los guardaparques de la Reserva Nacional del Bahuaja Sonene, quien manifiesta que los 8 especialistas que cautelan esta área protegida es insuficiente; hasta la fecha se han intervenido zonas donde la población ingresaba para hacer aprovechamiento minero, caza ilegal y tala de árboles, además afirma que existen conflictos en zonas donde se produce plantaciones de coca.

La Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente, con el Proyecto de Educación Ambiental del Gobierno Regional de Puno, junto a los guardaparques de la Reserva Nacional guiaron durante una semana a 28 aventureros profesionales de educación, comunicación social y artistas en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene.

El lunes 24 de junio desde Puno partimos hacia Juliaca para reunirnos con los especialistas del Gobierno Regional y los representantes de diversas instituciones educativas, artistas y comunicadores de diversos distritos de la región Puno. 

Al mediodía salimos de Juliaca rumbo a Sandia; en el camino por Ananea atravesamos por un paisaje deprimente, kilómetros de tierra removida por la minería; ingresando a la provincia de Sandia recorrimos una serpenteante y peligrosa carretera afirmada, en medio de una intensa neblina.

En el trayecto un pequeño derrumbe nos detuvo, pero algunos ansiosos excursionistas despejaron la vía; luego de un viaje de 9 largas horas llegamos a nuestro destino cerca de las 12 de la noche, en medio de un apagón y una menuda lluvia, el distrito de San Pedro de Putina Punco, lugar donde está situada la Reserva Nacional del Parque Bahuaja Sonene.

El martes 25, visitamos las fincas cafetaleras que abastecen a la Central de Cooperativas Cafetaleras del Valle de Sandia (CECOVASA); en la mañana, con mandarinas recién cosechadas de su finca, nos recibió Lucio Fernández, él pertenece a la cooperativa 64 y desde hace 50 años junto a su familia trabaja en la producción del café.

Por la tarde visitamos la finca de Luciano Sacaca, quien durante toda su vida se ha dedicado a la producción de café, evidenciando que, de generación en generación, se transmiten estos conocimientos; su finca es una de las primeras que cumple con las normas de calidad en la producción de café.

Don Luciano es conocido por el café del Uchuñari o Coatí, un mamífero omnívoro americano, que habita desde el sur de Estados Unidos hasta la provincia argentina de Córdoba; este pequeño animal de nariz alargada es un gran consumidor de café, sólo elige las mejores semillas de café, luego de expulsarlas de su cuerpo, se realiza todo el proceso de lavado, secado y tostado del café; los expertos lo recomiendan y llega a costar hasta 30 dólares el kilo.

El miércoles 26, muy temprano, fuimos a visitar la cueva de los Guácharos, llegando a la comunidad de Curva Alegre, ingresamos a pie por un desvío que conducía al sector San Carlos; el día estaba nublado, lo que alivió nuestra caminata de hora y media.

En la ruta, un sin fin de mariposas, batallones de hormigas y una abundante y frondosa vegetación acompañaban nuestra vista; para ingresar a las cuevas de estas curiosas aves tuvimos que cortar el camino e ingresar por medio de la espesura del bosque, a través de un camino húmedo y resbaloso; pasamos por riachuelos y la hermosa catarata de San Carlos; hasta que por fin llegamos a la cueva de los guácharos, allí estaban y pudimos apreciar a unos cuantos.

El guácharo, también conocido como ave de las cavernas, es una especie nocturna que come frutos, es propia de Sudamérica y se puede encontrar en Colombia, Panamá, Bolivia, Brasil y Perú.

Jueves 27, el penúltimo día sentimos adrenalina pura en una aventura deportiva en el río Tambopata; grupos de 6 personas entre varones y mujeres remando sobre una balsa nos aventuramos, todos los excursionistas a recorrer un tramo del río haciendo rafting.
Rafting, significa descender el río remando a través de su cauce en balsa o canoa; la ruta recorrida, fue catalogada con nivel 1 de turbulencia, desde la entrada de San Pedro de Putina Punco hasta el sector de Desaguadero; las principales medidas de protección fueron el casco y el chaleco. Muchos por primera vez vivimos esta experiencia extrema, por supuesto, inflamos nuestra balsa asignada.

El último día, viernes 28, a una hora y media de viaje pasando por las comunidades de Desaguadero y Curva Alegre, llegamos al sector de Paujil Playa atravesando nuevamente la espesura del bosque nos encontramos con el Río Tambopata en una especie de playa de pequeñas piedras.

Cruzando en balsas hechas de troncos de eucalipto llegamos a Bolivia, al puerto de San Fermín, ubicado en el Parque Natural de Madidi que pertenece al departamento de la Paz; en esta zona se dedican al cultivo de coca y café.

En el puerto de San Fermín, con un sol abrasador, los entusiastas visitantes varones se enfrentaron a los vecinos en un reñido encuentro futbolístico; peruanos y bolivianos dejaron de lado lo amistoso, así lo evidenciaron con los lesionados en ambas escuadras, no hubo ninguna tarjeta amarilla, menos roja; la victoria fue para los de Bolivia.
Luego de una aventura cargada de bonitas experiencias, algunos avatares, interminables jocosidades y curiosidades, lesionados y hasta víctimas de los insectos, emprendimos el retorno de este enigmático lugar.

Una semana no es suficiente para conocer el paraíso amazónico de la selva puneña, pero sí para alejarse del frío de las calles y los árboles de cemento de nuestra ciudad. Todos quedamos maravillados por la impresionante vegetación llena de vida y energía que nos renueva como seres humanos y nos enseña a convivir con la naturaleza.


Fuente: Diario Los Andes

0 comentarios:

Publicar un comentario

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More