Cuando más de uno se detiene a contemplar el estadio 25 de noviembre, concluye que se trata de una obra en la que se invirtió mucho dinero, pero que no cumple del todo con la finalidad para la que fue ejecutado.
La obra se inició en la gestión del exalcalde Vicente Zeballos Salinas, y la concluyó en el 2008, el exalcalde Edmundo Coayla.
Se estima que se invirtieron más de 40 millones de soles, de canon minero; en toda la obra deportiva.
Hasta el 2010, Edmundo Coayla cedía el campo para que entrenara el equipo Cobresol, del que también era directivo.
Ese año, Cobresol ascendió al fútbol profesional, y el estadio fue usado para el torneo descentralizado.
En el 2012, el equipo perdió la categoría, y con ello el estadio perdió operatividad.
En la actualidad, el enorme recinto es una suerte de local municipal. En los camerinos y salas, de los tres pisos, se adaptaron oficinas donde funcionan varias gerencias.
Similar uso se le da al Coliseo Municipal, en el centro poblado San Francisco. La obra también la impulsaron Vicente Zeballos y Edmundo Coayla.
En febrero del 2010, este último inauguró la obra, que costó 20 millones de soles.
Es un enorme lugar con camerinos, cuatro tribunas, estacionamiento, entre otros espacios. Hoy los ambientes son usados por la gerencia de Desarrollo urbano y Defensa Civil. El uso deportivo se le da con programas de vacaciones útiles.
El gerente municipal, Óscar Conde dijo que dar mantenimiento a ambas obras, es caro. Su despacho propuso al Instituto Peruano del Deporte (IPD), transferirle el estadio 25 de noviembre, pero aún no hay respuesta de la sede en Lima.
“La falta de funcionalidad, ha convertido a las dos obras en elefantes blancos, pero estamos coordinando para transferirlas al IPD y revertir la situación”, dijo.
Necesidad de obras
Los que promovieron las dos obras sostenían que Moquegua necesitaba una infraestructura deportiva adecuada.
Aún en partidos del torneo profesional de fútbol, las tribunas del estadio no se llenaban de público. Esta obra además fue cuestionada por aparentes sobrevaloraciones. El coliseo tiene capacidad para 6 mil espectadores. El estadio, 21 mil. El exalcalde Zeballos era dirigente deportivo.
Fuente: Revista Rumbo Minero
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