En las últimas semanas el interés del Estado en adquirir los activos de Repsol en el país –que incluye la refinería La Pampilla, la cadena de estaciones de servicio y la planta envasadora-, ha causado pánico en los defensores del grupo Romero socio de la estatal Chilena Enap. Diferentes especialistas consultados por LA PRIMERA avalan la compra y la consideran una oportunidad para acabar con el manejo de los precios de los combustibles por parte de los grifos, reflotar a PetroPerú y así contribuir a la seguridad energética del país. A la vez, se bloquearía la intención de capitales Chilenos de controlar el mercado de combustibles.
OPINAN ESPECIALISTAS"
Más allá de las resistencias ideológicas a que el Estado realice un mayor rol empresarial mediante PetroPerú, ¿es rentable comprar los activos de Repsol? De acuerdo a información contable disponible al cierre del 2012, La Pampilla tiene un patrimonio de US$ 483 millones y sus utilidades, incluida la operación de los grifos, sumaron US$ 30 millones.
Pero La Pampilla también tiene pasivos (deuda) a corto y mediano plazo por un aproximado de US$ 800 millones, a lo que se suma una inversión de aproximadamente US$ 900 millones en compromisos de inversión ambiental.
Definir el valor total del paquete de activos de Repsol es complicado, pero según fuentes del sector, las 270 estaciones de servicio que posee la empresa privada de capitales españoles se cotizarían en US$ 270 millones –US$ 1 millón cada grifo- pero si no se transfiere la marca (Repsol), el valor baja a US$ 130 millones.
Otro problema para la estimación es que varias de las estaciones que posee Repsol no son de su propiedad sino contratos con terceras personas. Además, Repsol no tiene grifos de venta de GNV, solo para GLP.
INVERSIÓN ESTATAL
Entonces si el Estado quiere comprar los activos de Repsol, ¿cuánto tendría que invertir entre pasivos y compromisos de inversión? Según el investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jorge Manco Zaconetti, aproximadamente US$ 1,800 millones, considerando el pago de US$ 500 millones a Repsol por el 51% del valor de sus acciones en La Pampilla y US$ 900 en compromisos de inversión ambiental.
Explicó que los pasivos corrientes de la refinería La Pampilla que suman US$ 840 millones (US$ 407 a corto plazo y US$ 409 a largo plazo) son manejables para el Estado, considerando que de ese total de deuda, el 51% (US$ 428.4 millones) es deuda de Repsol y el restante 49% (US$ 411.6 millones) es deuda de sus socios las Administradoras de Fondos de Pensiones.
“La deuda más importante, aproximadamente 700 millones de dólares, es con entidades financieras por la compra de petróleo del exterior”, precisó.
Resaltó que si el Estado adquiere la Refinería La Pampilla solo tendría que asumir una deuda por US$ 428.4 millones. A lo que se sumaría compromisos de inversión por aproximadamente US$ 900 millones para la construcción de una planta de desulfuración y US$ 500 millones por la compra del 51% de las acciones de Repsol en la refinería.
Es decir, considerando compromisos de inversión, pasivos y el valor de las acciones de Repsol, el Estado debería invertir US$ 1,828.4 millones en un corto y mediano plazo.
Para Manco Zaconetti el monto de la inversión es manejable, considerando que solo en importaciones del diesel 2 con 50 partes por millón de azufre se gastó US$ 7,061 millones en el periodo 2002-2012.
De ese total, el monto invertido por PetroPerú para abastecer de combustibles a Lima, Callao y a la macrorregión sur aproximadamente es US$ 4,236.6 millones, el resto (US$ 2,824.4 millones) es lo que gastó Repsol.
“Solo en el 2012 dichas compras representaron la friolera de 1,280 millones de dólares (solo PetroPerú habría gastado US$ 768 millones). Por tanto, creemos que la modernización de ambas refinerías (La Pampilla y Talara) y la participación en La Pampilla por parte del Estado están más que justificadas”, opinó Manco Zaconetti.
OPINAN LOS ESPECIALISTAS
Para el exministro de energía y Minas, Carlos Herrera, si bien una refinería de petróleo no es un gran negocio actualmente, los grifos o estaciones de servicio sí lo son, y ello es un aliciente para tal adquisición.
“No estaría mal que lo haga PetroPerú, pero que debería asociarse con una empresa privada, de preferencia de capitales peruanos. Ahora lo positivo que tiene PetroPerú es que sabe operar, esa es una de las condiciones que se requiere”, agregó.
Explica que en dicha asociación público-privada, PetroPerú sería el operador y el control lo tendría el capital privado. Eso evitaría la figura de tener un monopolio estatal en la refinación de combustibles.
Considera que es más interesante para el país que el Estado invierta en comprar La Pampilla que en colocar US$ 400 millones en el ducto de etano.
El petróleo se rige por precios internacionales y se le carga el margen refinero. De ahí van a resultar los precios de los combustibles. Si hipotéticamente quisieran elevar los márgenes, el mercado respondería con la importación.
Aurelio Ochoa, expresidente de Perupetro, agregó que si la empresa estatal compra la refinería La Pampilla no ocasionará un control total del mercado en el país, porque siempre habrá competencia (20%) de empresas que importan combustible, como es el caso de Primax, que trae combustible desde Chile.
Si el Estado logra recuperar la refinería La Pampilla, solo adquirirá una parte de las acciones de dicha empresa (49%), el resto estará manejado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y otros capitales privados, con lo cual un monopolio estatal está descartado, opina el especialista en Hidrocarburos Manuel Dammert.
Ambos especialistas coinciden en señalar que la recuperación de La Pampilla para el estado peruano generará un mejor manejo del precio de los combustibles que, actualmente, cuando sufren un alza en el mercado internacional, automáticamente rebota en nuestra economía y en el bolsillo de todos los peruanos.
“Eso le permitiría manejar mejor los precios en el país para garantizar energía barata para el Perú, porque cuando el precio internacional del petróleo sube, tiene un impacto directo en el mercado”, enfatiza Dammert.
“Sería positivo que se recupere La Pampilla para que haya un mejor manejo en el precio del combustible”, considera a su vez Aurelio Ochoa.
Dijo que si PetroPerú adquiere La Pampilla, tiene la opción de hacer sinergias entre las refinerías de Talara y La Pampilla, pero el asunto es la parte económica y se debe pensar qué tipo de crudo se va procesar en una y otra refinería.
Según Herrera Descalzi, si el Estado adquiere La Pampilla “tendría el control del refinamiento, dado que esta aporta el 50% de los combustibles del mercado y la refinería de Talara el 47%. Se tendrían precios sanos y se evitarían monopolios”, aseguró.
“GRIFOS SON LA CARNECITA”
En opinión de Herrera Descalzi el paquete de activos (la refinería, la cadena de grifos y la planta envasadora) que ha puesta a la venta Repsol es “carne acompañada de hueso”, donde la carne son los grifos y el hueso es la refinería, empero resaltó que mediante la adquisición de los grifos se pondría fin a los abusos de las estaciones de servicio que no bajan el precio de los combustibles, pese a que el precio internacional del petróleo ha bajado.
“El gobierno también tiene el objetivo de que los precios de los combustibles sean razonables. Precios que reflejen una competencia, que no es la situación que existe en el país. En Perú el galón de gasolina cuesta unos 6 dólares y en Estados Unidos solo 3 dólares, teniendo una mejor calidad. Si bien los impuestos del Perú son más altos, no se justifica esa diferencia”, afirmó.
Entonces, si PetroPerú puede tener acceso a un mayor número de grifos, ello representaría una mayor presencia a nivel de comercialización, lo que podría traducirse en precios más justos y equitativos para el consumidor. “Allí está el beneficio”, asegura.
INTERÉS ChileNO
PetroPerú no es la única que ha mirado los activos de Repsol en el país. El Grupo Romero también ha mostrado interés,
Para Dammert la venta de la refinería La Pampilla a capitales Chilenos representa un riesgo inminente para los intereses peruanos respecto al mercado de combustible que estaría ocupado por una mayoría monopólica.
“Si PetroPerú no compra La Pampilla, la empresa Chilena, sumado a lo que ya tiene Primax de la Empresa Nacional del Petróleo de Chile (Enap), tendría una mayoría monopólica en el mercado nacional de combustibles, que sería sumamente preocupante y grave”, sostuvo.
Al contrario, explicó, si invertimos en la refinería a través de PetroPerú, La Pampilla, aunque no se estatiza, seguiría siendo una empresa privada, pero el operador sería peruano, “lo que le daría ventaja en función del manejo del mercado del combustible”, agregó.
Según Herrera Descalzi, el interés de grupos Chilenos por adquirir la refinería La Pampilla, habría movido a PetroPerú a adelantarse.
SEGÚN CONTRATO
PetroPerú tiene LA PRIMERA opción para comprar La Pampilla
Según Aurelio Ochoa, expresidente de Perupetro, el Contrato de Transferencia de compra-venta entre PetroPerú, en representación del estado peruano, y Repsol, obliga a que la empresa nacional sea LA PRIMERA en ser consultada para la compra de la refinería La Pampilla. Solo en caso que PetroPerú renuncie a la cláusula, los capitales Chilenos obtienen carta libre para el control del mercado del combustible a través de la refinería.
“Una ventaja para nosotros frente a los inversionistas Chilenos es la cláusula dorada, donde el estado peruano tiene prioridad en la venta de La Pampilla, es decir, somos los primeros a quienes tienen que ofrecer la venta de la refinería, eso permitiría fortalecer a PetroPerú y tener el 100% de la refinación, no de la comercialización, porque un 20% está con terceros”, aseguró.
En corto
1. El mercado de combustibles está abastecido por 327.8 MBD (miles de barriles día) en la siguiente forma: La Pampilla (Repsol) con 110.0 MBD, que hace 33.6% del total; Pluspetrol (Repsol-Camisea) con 120 MBD que hace 36.6%; PetroPerú con 94.5 MBD que hace 28.8%; Pucallpa con 3.3 MBD que hace 1.0%.
2. La refinería La Pampilla de Repsol, en Lima, tiene una capacidad de refinación de 102 mil barriles por día. La española también posee unas 200 estaciones o puntos de venta de combustibles en el país sudamericano. Además, tiene la planta Solgas, que produce gas licuado de petróleo.
3. La última calificación de riesgo de La Pampilla fue hecha pública el 3 de setiembre, con un informe emitido por la Clasificadora de Riesgo Apoyo y Asociados. El documento significó una reducción de los ratings, con una perspectiva negativa. Así, para los papeles comerciales se bajó de CP-1+(pe) a CP-1 (pe); en el caso de los bonos corporativos se pasó de AA (pe) a A+(pe), tomando en cuenta la información financiera a junio de este año.
Fuente: Diario La Primera
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