Que la base de datos sobre pueblos indígenas no tiene fecha de publicación, que hay tiempo hasta julio para responder a comisión de la ONU y que los proyectos mineros avanzan en “acuerdos con las comunidades” son algunas de las gaseosas respuestas que brindaron tres ministros de Estado a comisión del Congreso de la República.
Iván Lanegra, viceministro de Interculturalidad, afirmó una vez más, esta vez ante la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso (CPAAAAE), que no existe fecha de publicación para la Base de Datos de Pueblos Indígenas.
Según Lanegra, la incertidumbre se debe a la acción popular que presentó una comunidad del distrito de Tinta, en Cusco, en contra de la directiva publicada por el Ministerio de Cultura en mayo de 2012, en la que se establecen los criterios para determinar qué pueblos serán parte del registro.
El viceministro acompañó a Luis Peirano, ministro de Cultura, quienes asistieron con Rafael Roncagliolo, titulares de la cartera de Relaciones Exteriores y Jorge Merino, ministro de Energía y Minas, para responder a las demandas presentadas por el grupo de trabajo.
Según Lanegra, la incertidumbre se debe a la acción popular que presentó una comunidad del distrito de Tinta, en Cusco, en contra de la directiva publicada por el Ministerio de Cultura en mayo de 2012, en la que se establecen los criterios para determinar qué pueblos serán parte del registro.
El viceministro acompañó a Luis Peirano, ministro de Cultura, quienes asistieron con Rafael Roncagliolo, titulares de la cartera de Relaciones Exteriores y Jorge Merino, ministro de Energía y Minas, para responder a las demandas presentadas por el grupo de trabajo.
Durante
su presentación, Lanegra Quispe indicó que la acción popular al ir en
contra de los criterios que establecen quienes forman parte de la Base
de Datos impide su publicación y sostuvo que no existe un plazo legal
para publicar el registro tal como sí se establecía para directiva.
Lanegra Quispe hizo esta afirmación sin tomar en cuenta que en abril del 2012
anunció que en mayo de ese mismo año se daría la publicación de dicho
registro y, más aún, olvidando que ante esta misma comisión dijo en otra
oportunidad que la Base de Datos estaría lista para diciembre del
pasado año.
Peirano Falconí a su turno reafirmó, ante las demandas de algunos
miembros de la comisión y sin precisar una fecha, que publicarán lo más
pronto posible el mencionado registro y que si este proceso se viene
aplazando es porque se quiere hacer un trabajo más transparente para no
generar desconfianza.
“Por el momento, aplicaremos directamente lo establecido en el
Convenio 169 de la OIT, la Ley de Consulta y su reglamento buscando
garantizar el derecho de los 52 pueblos indígenas ya identificados”,
sostuvo Lanegra para luego referirse a otro temas como la supuesta
ampliación del Lote 88.
Sobre este punto, Lanegra resaltó que el pronunciamiento del Comité
para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas
(CERD) habla de una “presunta situación de afectación”, hecho que no ha
sido comprobado, por lo que se debe esperar la recolección de
información.
Como se sabe el pasado mes a través de una carta el CERD alertó de
una supuesta ampliación de actividades del proyecto del gas de Camisea
sobre los pueblos indígenas aislados de la reserva
Kugapakori-Nahua-Nanti.
Al respecto Rafael Roncagliolo, ministro de Relaciones Exteriores,
recordó que el Estado tiene hasta el 31 de julio para hacer público una
respuesta oficial e informó, en otros aspectos, que se espera para la
segunda quincena de noviembre la visita del relator ONU sobre pueblos
indígenas, James Anaya, para ver la situación de estos pueblos en
nuestro país.
Minería e Hidrocarburos
A su turno Jorge Merino, ministro de Energía y Minas, ratificó que
Pluspetrol debe hacerse cargo de la remediación de pasivos ambientales
que se encuentran en las cuencas de los ríos Pastaza, Corrientes, Tigre y
Marañón, y que fueron denunciados por las federaciones indígenas de la
zona.
“No hay duda de que es Pluspetrol quien tiene que asumir todos los
pasivos ambientales, así como se ha hecho beneficiario con los activos
de la producción, ha asumido el compromiso de los pasivos”, explicó.
Merino Tafur abordó también el caso de la comunidad de San Juan de
Cañaris en Lambayeque. Dijo así que las actividades de exploración, que
según él “no son más que perforaciones que no generan mayormente ningún
impacto ambiental”, se han realizado respetando lo que dicta la norma.
Explicó en este sentido que es luego de que se comprueba “que existen
reservas suficientes para hacer un estudio de factibilidad y que en
realidad se vea que hay un proyecto minero, entonces viene la etapa del
estudio de impacto ambiental donde se hacen las consultas requeridas”.
Según su explicación es en esta fase que se trata todo lo que tenga
que ver con las afectaciones o los beneficios que se pueden generar para
las comunidades de la zona de impacto directo o de las áreas de
influencia.
Destacó al respecto que desde hace quince años, estando vigente el
Convenio 169 de la OIT, se han venido trabajando con las comunidades
“una suerte de acuerdos” en las que hubieron declaraciones de
compromisos que se han incorporado en los contratos respecto a mano de
obra y la creación de fondos sociales.
El titular del Minem se expresó a favor de la instalación de mesas de
desarrollo, en las que se incorporen a las autoridades y a las
comunidades.
Puntos de desencuentro
Durante
la sesión, la congresista Verónika Mendoza fue de las que más
interrogantes planteó. Ella sostuvo que la demanda de acción popular,
presentada en diciembre de 2012, en contra de algunos criterios
metodológicos para la elaboración de la Base de Datos no puede paralizar
su publicación.
Por ello reafirmó que se está usando la citada demanda como pretexto
para no publicar un registro que debió de ser público hace más de un
año.
No obstante, saludó la publicación de la Guía Metodológica para la
aplicación del derecho a la consulta que reconoce algunas deficiencias
en el Reglamento de la norma.
De otro lado la parlamentaria se mostró en contra del denominado
acuerdo previo al que se refirió el titular del Minem, ya que muchas
veces este tipo de procesos vulneran los derechos de las comunidades por
parte de los inversionistas que cuentan con un equipo amplio de
abogados y técnicos.
Recordó también el caso de Cañaris donde hubo un acuerdo previo que
según la versión del ministro resolvería el problema, pero que ha sido
cuestionado por las comunidades.
Posteriormente explicó que justamente “la Ley de Consulta Previa lo
que trata es de evitar esta situación de inequidad y desventaja e
incluye a un tercero garante que es el Estado que garantice la igualdad
de condiciones”.
“El hecho de callar información, postergar publicaciones,
herramientas, normativas, no hace más que generar desconfianza que es lo
último que necesitamos en este proceso”, sostuvo.
Pidió también que se precise los momentos de la consulta y las
entidades encargadas de la misma en el sector minero y para qué
proyectos va proceder.
Por su parte, la parlamentaria Marisol Pérez Tello exhortó a los
ministros a trabajar el tema de la titulación de las comunidades en el
Lote 1AB, donde se llevará a cabo un proceso de consulta.
De igual modo pidió se atienda de la mejor forma el conflicto en
Cañaris a fin de evitar que el caso llegue a instancias como la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
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