La evaluación se realizó en tres etapas que comprendieron un estudio de mercado, trabajo de campo en el valle del Mantaro y la elaboración de un informe final, según refirió la arquitecta planificadora Ingrid Olórtegui.
La primera etapa de la evaluación de canteras de sílice consistió en el estudio del mercado de productores y exportadores de sílice industrial en Lima y a nivel nacional. En esta fase se determinó la potencial ubicación del material y las propiedades mineras, así como las empresas del rubro y su situación actual en los entornos donde se desenvuelven. También se valoraron el volumen de producción y la calidad del material explotado y por explotar.
Al término de la primera etapa se identificó la zona central del Perú como el punto con mayor producción nacional de sílice. Además se encontró que la extracción estaba a cargo de pequeños mineros en la zona.
En diciembre del 2011 se entregó la segunda etapa de la evaluación, que consistió en un trabajo de campo en el entorno del valle del Mantaro “guiado por las características geológicas y las ocurrencias no metálicas identificadas por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET) del Ministerio de Energía y Minas”, precisó Ingrid Olórtegui. En total, fueron 12 las localidades en el entorno de Jauja estudiadas para encontrar las zonas con mejor calidad de sílice.
Finalmente, en febrero del 2012 se entregó la tercera etapa del estudio. En esta fase final se definieron las canteras más importantes, las reservas disponibles, la ubicación detallada y los servicios disponibles en la zona del estudio. El informe incluyó, además, una explicación del sistema de comercialización, principales usos y formas.
La primera etapa de la evaluación de canteras de sílice consistió en el estudio del mercado de productores y exportadores de sílice industrial en Lima y a nivel nacional. En esta fase se determinó la potencial ubicación del material y las propiedades mineras, así como las empresas del rubro y su situación actual en los entornos donde se desenvuelven. También se valoraron el volumen de producción y la calidad del material explotado y por explotar.
Al término de la primera etapa se identificó la zona central del Perú como el punto con mayor producción nacional de sílice. Además se encontró que la extracción estaba a cargo de pequeños mineros en la zona.
En diciembre del 2011 se entregó la segunda etapa de la evaluación, que consistió en un trabajo de campo en el entorno del valle del Mantaro “guiado por las características geológicas y las ocurrencias no metálicas identificadas por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET) del Ministerio de Energía y Minas”, precisó Ingrid Olórtegui. En total, fueron 12 las localidades en el entorno de Jauja estudiadas para encontrar las zonas con mejor calidad de sílice.
Finalmente, en febrero del 2012 se entregó la tercera etapa del estudio. En esta fase final se definieron las canteras más importantes, las reservas disponibles, la ubicación detallada y los servicios disponibles en la zona del estudio. El informe incluyó, además, una explicación del sistema de comercialización, principales usos y formas.
Fuente: Revista Rumbo Minero
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