viernes, 9 de agosto de 2013

Sócrates y los pueblos indígenas

Foto: Internet
Por: César Lévano

Hoy se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En el Perú no hay mucho que celebrar en días en que, como hemos señalado citando a Róger Rumrrill, el gobierno de Ollanta Humala intenta prolongar contratos petroleros que afectan la Amazonía.

Es esa una forma de incumplir con la consulta previa a los pueblos amazónicos y una maniobra para que las petroleras se eviten el pago de miles de millones de dólares al Estado.

Este día exhibe la naturaleza que ha adoptado el régimen de Ollanta Humala, celebrado y presionado por la ultraderecha, que siempre exige más y más a sus valedores.

Sobre eso no hay confusión posible. Salvo para ciertos personajes que se precian de izquierdistas y hasta de marxistas. Son los aduladores profesionales, que en el pasado llegaron a elogiar al sanguinario dictador argentino Rafael Videla, cuando visitó el Perú.

La efeméride de hoy se cumple bajo el lema de la ONU: “Pueblos indígenas construyendo alianzas: en honor a los tratados, acuerdos y otros arreglos constructivos”.

Ese emblema se ha proclamado en la ONU y quiere subrayar la importancia “de los tratados entre los Estados, sus ciudadanos, y los pueblos indígenas, que tienen como objetivo reconocer y defender sus derechos y sus tierras, y establecer un marco de convivencia y de relaciones económicas”. 

En nuestro país, la apostasía gobernante continúa la flecha histórica de la oligarquía histórica y de Alberto Fujimori y Alan García contra los pueblos amazónicos. Esa conducta no solo es injusta, sino que también pone en peligro el hábitat humano y hasta la unidad del país. Jorge Basadre había ya advertido sobre las fuerzas centrífugas que acechan en el Perú.

Las fuerzas reaccionarias tienen un ariete oficial, que comulga con los criterios de olvido y desdén por los pueblos indígenas.

Esa política desprecia la defensa que esos pueblos ofrecen a favor de la naturaleza, muchos de cuyos tesoros y secretos son los únicos en conocer.

Las ciencias sociales e históricas muestran que todos los pueblos originarios, los llamados salvajes, tuvieron un respeto y un sentido de sagrada comunión con la naturaleza. 

Christopher Phillips, filósofo estadounidense, ha recorrido el mundo en busca de las respuestas a las preguntas socráticas: ¿qué son la virtud, la moderación, la justicia, el bien, la valentía, la piedad? Lo narra en su libro Las preguntas de Sócrates. En los indios navajo de su país y en otros pueblos encontró la clave: el hombre debe buscar la armonía con la naturaleza.

Como sabían los griegos, Gea, la Tierra, es sagrada y puede vengarse. Las transnacionales no creen en Grecia.


Fuente: Diario La Primera

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